Gracias a los donativos que reciben de empresas y ciudadanos, este año planean consolidar el fondo de becas para adultos no residentes con alguna discapacidad intelectual.
Los integrantes de la comunidad de Kalimori establecen redes sociales y realizan actividades recreativas con sus compañeros. (Foto: Kalimori)
Grupo Kalimori es un conglomerado de empresas que ofrece residencia, entrenamiento, desarrollo integral y oportunidades laborales a personas con discapacidad intelectual y trastorno del espectro autista en edad adulta.
Se encuentra en Malinalco, Estado de México, donde tienen una residencia permanente para adultos, quienes adquieren habilidades para atender el hotel boutique Casa Pixan y la granja de gallinas de libre pastoreo Isana.
Este año, abrieron la tienda de artesanías Huakal, en España, con la que buscarán consolidar su fondo de becas para hacer que más personas se unan a la comunidad.
Al día de hoy, hay 20 residentes permanentes en Kalimori y dos beneficiarios de beca del programa diurno, su meta en el futuro es llegar a tener 50 residentes.
Kalimori promueve la integración social y laboral de las personas con discapacidad. con el fin de que tengan independencia en su vida adulta (Foto: Kalimori)
De acuerdo con el Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México hay 723,770 personas con alguna condición mental, quienes, al llegar a la vida adulta, no tienen opciones de empleabilidad.
Maribon Huerta, directora general de Kalimori, explica que los espacios para estas personas son prácticamente nulos en la vida adulta. En la niñez, adolescencia e incluso en la universidad tienen espacios, pero después se acaban.
“Tienen pocas opciones para tener un proyecto de vida como el de cualquier adulto: Dejar de vivir en casa de los papás, tener un núcleo de pertenencia y una vida laboral o pre laboral”.
Su mundo son las personas que conforman su núcleo familiar, no tienen acceso a una comunidad ni opciones para percibir ingresos por su trabajo. Se van quedando aislados ante la falta de opciones para desarrollarse
Esta fue la razón por la que un grupo de padres de familia decidió fundar Kalimori hace seis años, una empresa con compromiso social que promueve la inclusión laboral.
En el hotel boutique Casa Pixan los residentes perciben un sueldo por atender la cocina o el área de mantenimiento. (Foto: Kalimori)
La empresa más reciente es Huakal, una tienda de artesanías mexicanas de lujo que se encuentra en Madrid, España, y abrió el pasado 15 de marzo. Se venden piezas de barro negro, bolsas hechas a mano, ropa típica mexicana, manteles de telar y más.
Al comprar alguno de los productos se acrecienta el fondo de becas para residentes diurnos y más personas pueden integrarse a la comunidad.
Casa Pixan es un hotel boutique que cuenta con ocho habitaciones, que nació para apoyar a Kalimori. Las utilidades se destinan para los talleres productivos de la residencia.
Ahí, las personas con discapacidad intelectual y trastorno del espectro autista se emplean como auxiliares de cocina, preparando alimentos, o en mantenimiento en tareas de reparación y jardinería.
También existe Isana, una granja de gallinas de libre pastoreo en la que los chicos contribuyen con la recolección del huevo, la limpieza, la clasificación, etiquetas, empaquetamiento y armado de pedidos.
Se vende a nivel local y tiene puntos de venta también en la Ciudad de México.
A la par, tienen una hortaliza orgánica en la que cosechan arúgula, lechuga, espinacas para autoconsumo.
Kalimori ofrece residencias permanentes donde las personas viven y realizan sus actividades cotidianas. De inicio, se requiere una evaluación para determinar los apoyos que requerirá la persona en la estancia. En esta modalidad todos pagan una cuota fija.
Una vez que se integran, se les va encaminando hacia áreas en donde ellos puedan llegar a ser la mejor versión de sí mismos y de ocuparse en alguna tarea.
“Inician con procesos muy básicos y se les va llevando hasta tareas más complejas, hasta que se gradúan y si aceptan, se les contrata dentro de Kalimori en un esquema formal, estructurado y con un horario”.
Todos tienen un papel muy importante dentro de la comunidad y en las empresas, ya sea en el hotel boutique Casa Pixan o en la granja de gallina de libre pastoreo Isana.
“Dentro de sus capacidades son indispensables, si no están ellos no hay quien las haga”, indica Huerta.
Diariamente se levantan, se bañan, arreglan su cuarto, preparan el desayuno entre todos, recogen la casa y se salen a trabajar. Tienen obligaciones y compromisos, no se les mira condescendientemente, tipo “ay, mira, intentó hacerlo bien pero se le cayó la ensalada”.
En la hortaliza de Isana, los residentes se involucran en todos los procesos: desde el trasplante en las camas de cultivo hasta la cosecha. (Foto: Kalimori)
El programa diurno atiende a población de Malinalco y pueblos de los alrededores. Asisten de lunes a viernes de 10 am a 6 pm.
Se les otorga una beca casi 100% para que formen parte de los talleres y actividades pre-laborales, los familiares aportan una cuota simbólica para que se comprometan.
“La idea es que sean entrenados y tengan un oficio para que puedan ser un apoyo para sus familias. Este programa social vive totalmente de donativos y becas”, de acuerdo con Maribon Huerta.
En sus instalaciones, las personas tienen acceso a actividades deportivas, clases de cocina, yoga, cerámica y, con costo adicional, tienen clases de equitación o pueden llevar a sus mascotas.
Los integrantes de la comunidad realizan actividades sociales y recreativas fuera, como ir al cine, visitar el pueblo, ir por helado o hacer paseos, “hacen una vida de verdad”, dice Maribon Huerta.
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