Inicialmente, la transmisión se da de animales hacia humanos. Después, entre personas al tener contacto directo con piel lesionada.
En casos graves se puede ver sangre en diarrea o vómito, además de hemorragia nasal, de encías y vaginal, casos en los cuales la atención médica debe ser inmediata. (Foto: iStock)
Ghana anunció oficialmente un brote de enfermedad de Marburgo, esto después de que el Instituto Pasteur de Dakar, en Senegal, confirmara dos casos sospechosos.
De acuerdo con información de Naciones Unidas (ONU), el Instituto analizó muestras de dos pacientes varones, de 26 y 51 años de edad –sin ningún parentesco– quienes presentaron diarrea, náuseas, fiebre y vómito y que, al poco tiempo de haber ingresado al hospital, fallecieron.
Tras estos dos casos, autoridades de salud de ese país reportan que esas personas fallecidas tuvieron contacto con al menos 90 personas, quienes ya son vigiladas.
Por ahora la ONU ya cuenta con un grupo de expertos que estarán encargados de reforzar la vigilancia, rastrear contactos, realizar pruebas y prevenir a la población a fin de evitar más casos de la enfermedad de Marburgo.
Organismos internacionales de salud ya comenzaron a movilizarse para evitar más contagios en otros países. Pero, ¿sabes qué es este padecimiento y qué lo causa?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como una enfermedad vírica infecciosa, anteriormente denominada fiebre hemorrágica de Marburgo, catalogada como grave y, en ciertos casos, con alta tasa de mortalidad.
Es causada por un virus que pertenece a la misma familia del que provoca el Ébola y fue detectada por primera vez en 1967, luego de que se registraran brotes simultáneos en las ciudades de Marburgo, Frankfurt y en Belgrado.
Aunque la OMS señala que los casos de este padecimiento son raros, la tasa de mortalidad puede ser elevada, sobre todo cuando el paciente recibe atención tardía.
Sobre cómo se transmite el virus de Marburgo, se da, inicialmente, de animales a personas, específicamente de los murciélagos Rousettus.
Ahora bien, los contagios entre seres humanos se presenta cuando entramos en contacto directo con piel lesionada, mucosa con sangre, secreciones u otro líquidos corporales que personas infectadas. También puede contraerse si tocamos superficies o materiales contaminados con dichas secreciones o prendas de vestir.
En cuanto a los síntomas que distinguen a la enfermedad de Marburgo, los pacientes presentan los siguientes, según la OMS:
Cuando ya se manifestó la diarrea, puede durar una semana. Para este momento de la enfermedad, el paciente podría tener ojos hundidos, inexpresividad facial y letargo o cansancio extremo.
En casos graves se puede ver sangre en diarrea o vómito, además de hemorragia nasal, de encías y vaginal, casos en los cuales la atención médica debe ser inmediata, dada la tasa de mortalidad que tiene el virus de Marburgo.
Algunos factores de riesgo para contraer el patógeno que Mayo Clinic define son: viajar constantemente a países africanos o a regiones donde se han presentado brotes, realizar investigaciones con animales que han reportado la enfermedad, el contacto directo con pacientes contagiados, así como la manipulación de cadáveres que murieron por este virus.
De acuerdo con la OMS, hasta ahora no hay una vacuna propiamente para la enfermedad de Marburgo ni un antiviral específico para tratarla.
Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó un medicamento que combina tres anticuerpos monoclonales (Inmazeb) y un fármaco de un anticuerpo monoclonal único (Ebanga).
Por ahora la organización sugiere un tratamiento a base de rehidratación oral o intravenosa, así como monitorear la presión arterial, restituir la sangre perdida y atender infecciones que pudieran surgir posteriormente.
Para prevenir el contagio por virus de Marburgo se recomienda no establecer contacto con personas infectadas, evitar lugares con poblaciones de murciélagos, usar mascarillas y si se tiene un familiar contagiado usar mascarilla, guantes y lavarse las manos y superficies constantemente.
Y si una persona murió por esta enfermedad, lo recomendable es realizarle una inhumación rápida y con sus debidas precauciones, además de identificar a las personas que estuvieron en contacto con el fallecido y darles seguimiento durante 21 días, que es el periodo de incubación del patógeno.