Un informe apunta a que los seres humanos dependemos de 50,000 especies de plantas y animales que nos proveen de alimentos, medicina, energía e ingresos económicos.
El comercio ilegal de fauna silvestre se estima en 199,000 millones de dólares anuales. (Foto: iStock)
Los humanos necesitamos de la biodiversidad; cifras muy conservadoras señalan que dependemos de aproximadamente 50,000 especies de flora y fauna, pero no hemos hecho un uso sostenible de ellas y, de hecho, hemos contribuido a la crisis inédita de especies en peligro de extinción con un millón de registros en la Lista Roja de la UICN.
El informe de la Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (IPBES) añade que de unas 10,000 especies que utilizamos cotidianamente, solo un tercio tiene poblaciones estables, el resto están disminuyendo debido que los humanos los usamos de forma insostenible.
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Una de cada cinco personas en el mundo depende de la flora y fauna del planeta para obtener alimento, medicina, energía, materiales, recreación e ingresos económicos (de forma legal e ilegal, como el tráfico de especies).
Los humanos usamos al menos 33,000 especies de plantas y hongos, 7,500 especies de peces e invertebrados acuáticos y 9,000 especies de anfibios, insectos, reptiles, aves y mamíferos.
Sin embargo, el informe alerta que la explotación de vida silvestre es uno de los factores que impulsan la pérdida de biodiversidad en el planeta.
De las 10,000 especies que han sido domesticadas para consumo humano, solo una tercera parte tiene poblaciones estables, lo que sugiere que se ha utilizado de forma sostenible, pero el resto registra una disminución de la población.
En su redacción participaron 285 científicos y personas con conocimientos indígenas y locales de todo el mundo, quienes revisaron 6,200 fuentes, incluidos artículos e informes.
La caza insostenible se ha identificado como una amenaza para 1,341 especies de mamíferos silvestres.
El comercio ilegal de especies silvestres se estima en 199,000 millones de dólares anuales, es el tercer tipo de comercio ilegal.
2,400 millones de personas dependen de la leña para cocinar.
Alrededor del 90% de 120 millones de personas que trabajan en la pesca de captura se sustentan en la pesca artesanal.
La solución se encuentra en las mismas comunidades: el informe sugiere que si se les otorgan derechos seguros sobre la tierra, junto con la concientización y la investigación científica, pueden lograrse prácticas sostenibles.
La evaluación recomienda que las políticas estén diseñadas para garantizar que los costos y beneficios del uso de la vida silvestre se compartan equitativamente y que se basen en diversas formas de conocimiento científico y local.
Hay investigadores que critican en una nota de Nature que este estudio es demasiado optimista en cuanto a la pérdida o alteración de la biodiversidad y que faltan datos sobre el número total de especies que se comercializan.
Alice Hughes, bióloga de la conservación de la Universidad de Hong Kong, comenta que esta publicación no considera si el comercio afecta la morfología de los animales. Esto significa que cuando se retira a un animal “trofeo” del ecosistema para fines comerciales podría ocasionar la reducción de los ejemplares que se quedan en el hábitat.
La consecuencia de ello es que se reduce el acervo genético y la capacidad de la especie de sobrevivir a los cambios ambientales.
La científica también critica que el informe no contempla hallazgos realizados por su equipo de investigación, con la documentación de que se comercializan 1,264 especies de arácnidos, la mayoría capturados en la naturaleza.
Malin Rivers, quien dirige los esfuerzos de conservación en Botanic Gardens Conservation International en Londres, observa que los datos de plantas y árboles silvestres son muy escasos, y que se comercializan bajo el género o nombre común pero sin conocimiento de la especie.
Otro aspecto que sería necesario discutir —y que no se contempló— fue la relación entre sobreexplotación de la vida silvestre y brotes de enfermedades. Los autores argumentan que el tema fue abordado en el informe del 2020.
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