Una creencia que puede impedirte “avanzar” en momentos de tu vida laboral, educativa o profesional.
Las personas dudan de sí mismas en ser capaces o no a pesar de haber demostrado éxito. (Foto: iStock)
¿Alguna vez has tenido la sensación de ser un fraude en tu equipo de trabajo; que el lugar donde estás es solo por un “golpe de suerte” o simplemente no eres lo suficientemente inteligente? No eres tú, puedes estar pasando por el llamado Síndrome del Impostor.
Es un fenómeno que se presenta en algún momento de la vida de cualquier persona como un nuevo empleo, en entornos universitarios, al presentar proyectos nuevos, iniciar emprendimientos. Desde Neil Armstrong hasta Michelle Obama sintieron, en algún momento, ser un fraude.
Para Andrea Monsanto, gerente nacional de Programas de Desarrollo del Tecnológico de Monterrey, este síndrome es psicológico y se presenta cuando “la persona exitosa se le hace difícil asimilar su logro”.
De acuerdo con Daniela Retamales, emprendedora social y especialista en Síndrome del Impostor, es un fenómeno que se presenta en contextos laborales o educativos relacionados a enfrentar nuevos retos.
Al tener un nuevo desafío, las personas dudan de sí mismos. Se preguntan si van a ser capaces, a pesar de haber demostrado algún éxito en este campo, área o especialización.
Las personas que pasan por estos “momentos de fraude” suelen preguntarse: “¿somos lo suficientemente buenos?”, “¿vamos a poder realizar lo que nos piden?”, “¿será que podré lograrlo?”, “¿estoy realmente al nivel de lo que la otra persona espera?”; y se dicen “no pertenezco a este sitio”, “no merezco estar aquí”.
El término Síndrome del impostor fue acuñado por Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978 en un estudio titulado The imposter phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention. Donde analizaron el porqué las mujeres, a pesar de tener una amplia evidencia de su superioridad intelectual, tenían una creencia arraigada de falsedad.
A pesar de los años, actualmente no es diagnosticado como un problema de salud mental, sin embargo, Valerie Young, fundadora del Impostor Syndrome Institute, en su página web identifica que el 70% de la población tanto de hombres como de mujeres exitosos han presentado este fenómeno.
Algunas de las causas que pueden detonar el Síndrome del Impostor son: autoestima baja, ansiedad, personas con ganas de hacer o demostrar algo a los demás, la misma sociedad donde se nota más lo que está mal que lo que se hizo con esfuerzo, identifica Andrea Monsanto.
Al final, el Síndrome del Impostor es un ciclo donde nos enfrentamos a un nuevo desafío, ansiedad al enfrentar el reto, estrés al preparar el proyecto (ya sea procrastinar, autosabotearse o sobreprepararse) y –finalmente– pensamientos impostores.
Sin embargo, a pesar de ser temporal, el impacto va desde perder oportunidades hasta paralizarse por completo, explica Andrea Monsanto.
Porque el mayor problema del Síndrome del Impostor es que nos impide avanzar, reconoce Daniela Retamales.
Esto se debe a que el principal sentimiento asociado al síndrome del impostor es el miedo: a ser descubierto, a que sus capacidades, habilidades o destrezas no sean las adecuadas, a que la finalidad última sea el fracaso.
De acuerdo con nuestra última especialista y el Impostor Syndrome Institute existen cinco tipos de impostores:
Para ambas especialistas lo importante es qué estamos haciendo para que el Síndrome del Impostor no sea determinante. El reto para “los impostores” es superar el miedo a serlo, aquí algunos consejos: