Respirar partículas contaminantes se relaciona con una mayor incidencia de accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y asma.
En la Ciudad de México y la zona metropolitana se activó la primera contingencia del año. (Foto: iStock)
De los 88 días que han transcurrido en el año, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) solamente ha disfrutado 16 días con una buena calidad de aire.
El 29 de marzo, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) activó la Fase 1 de la Contingencia Ambiental por ozono en la ZMVM ante el registro de concentraciones máximas de 162 partes por billón (ppb) en la estación de monitoreo de Santa Fe, Cuajimalpa, mientras la estación Merced, Cuauhtémoc, registró un máximo de 156 ppb.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima –como máximo– una concentración de ozono de 50 ppb para evitar problemas de salud. Es decir, ayer el registro superó 224% ese nivel.
El ozono a nivel del suelo es uno de los principales componentes de la niebla fotoquímica, que se forma como resultado de la reacción entre la luz solar y contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx) procedentes de las emisiones de vehículos o la industria y los compuestos orgánicos volátiles (COV).
La OMS alerta que una mala calidad del aire tiene implicaciones muy graves para nuestra salud; en 2021, la relacionó con siete millones de muertes prematuras al año y la pérdida de años de vida saludable .
El ciclo de contaminación por ozono. (Foto: http://www.aire.cdmx.gob.mx/)
En México, la Fase 1 de contingencia ambiental se activa a partir de las 154 ppb. El viento débil, la temperatura máxima cercana a 30 °Celsius y la radiación solar intensa no favorecen la dispersión de las altas concentraciones de ozono.
El uso de combustibles fósiles son los principales responsables de estos partículas contaminantes, siendo los vehículos los principales emisores, seguidos de la industria, hogares y emisiones de fuentes naturales (factores biogénicos, por ejemplo, los incendios forestales o la emisión de metano debido a la respiración y heces del ganado).
Los seis principales contaminantes suspendidos en el aire que respiramos son dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono y partículas suspendidas PM10 y PM2.5, de acuerdo con el Índice AIRE Y SALUD .
La contaminación del aire es una de las mayores amenazas ambientales para la salud humana. De acuerdo con la OMS en 2016 ocasionó la muerte prematura de 4.2 millones de personas, pero para 2021 la cifra se elevó a siete millones de personas y la reducción de la esperanza de vida.
El problema es que en 2019, el 90% de la población mundial vivía en lugares donde no se respetan las directrices de la OMS sobre la calidad del aire, principalmente en los países de bajos y medianos ingresos.
Los efectos a la salud de los niños suponen una reducción del crecimiento y la función pulmonar, infecciones respiratorias y agravamiento del asma .
En los adultos se le relaciona con mayores casos de cardiopatías isquémicas y accidentes cerebrovasculares, pero también se le comienza a relacionar con una mayor incidencia de diabetes y enfermedades neurodegenerativas .
Reducir la contaminación atmosférica es tan importante como el combate a la obesidad y el tabaquismo.
Las partículas en suspensión tienen un diámetro igual o inferior a 10 y 2,5 micras, ambas tienen la capacidad de penetrar profundamente en los pulmones, pero las PM2.5 pueden entrar en el torrente sanguíneo y afectar al sistema cardiovascular y respiratorio .
Las autoridades recomiendan evitar realizar actividades físicas vigorosas como ejercicio en exteriores entre las 13:00 y las 19:00 horas del día, cuando hay mayor radiación solar, porque disminuye la capacidad pulmonar en personas sanas.
No hay evidencia de que los cubrebocas protejan de respirar este tipo de partículas contaminantes.
Ésta es la lista de vehículos que sí pueden circular en la Ciudad de México: