Alcanzó la fama mundial con la película Liberen a Willy y aunque ahí tuvo un final feliz, la realidad fue otra.
Keiko vivió por poco más de 11 años en Reino Aventura, pero a raíz de su participación en la película Free Willy, de gran éxito en taquilla, se cuestionó que la orca no tuviera una piscina del tamaño adecuado y que tuviera un papiloma en las aletas. (Foto: AFP)
Keiko, que en japonés significa afortunado, conquistó el corazón de los mexicanos y el mundo con la película Liberen a Willy.
Su fama como estrella de Hollywood desencadenó una campaña mediática mundial por su liberación en el mar, incluso, el cantante Michael Jackson intentó adoptarla para llevársela a su rancho Neverland en California, lo que al final no sucedió.
José Luis Solórzano Velasco, el veterinario responsable de Keiko en Reino Aventura (hoy Six Flags) un parque de diversiones ubicado al sur de la Ciudad de México, cuenta a Tec Review la razón del triste final de esta ballena, que cautivó a tanta gente (en México al menos 25 millones de personas fueron a ver sus shows) y la primera que abrió el debate de si es ético tener animales en cautiverio.
¿Recuerdas a Keiko? Ésta es su historia.
Keiko siempre buscó el contacto humano, nunca pudo integrarse a manadas de orcas. En la foto es acariciado por una mujer en el fiordo Skaalvik en Noruega, en septiembre de 2002, un mes después de haber sido liberado al mar. (Foto: AFP)
Pocos animales han cautivado tanto al mundo como en su momento lo hizo Keiko, una orca asesina que fue capturada en Islandia en 1979 con apenas dos años de edad para ser llevada a algún acuario.
José Luis Solórzano Velasco, el médico veterinario que cuidó su salud por 11 años y siete días mientras estuvo en Reino Aventura, relata que el parque la compró al MarineLand Park en Canadá, y llegó a México el 7 de enero de 1986.
Medía tres metros con cinco centímetros y pesaba cerca de 350 kilos.
Pese a su naturaleza, fue una tierna ballena que nunca lastimó a nadie. “Las entrenadoras del parque nadaban y jugaban con él. Era un cachorrito, por así decirlo, que nos podría haber matado, pero no desarrolló ese instinto”.
Hoy sería imposible traer una ballena al país con fines de entretenimiento pues la legislación mexicana prohíbe importar y exportar mamíferos marinos, pero antes había toda una industria del cautiverio.
Keiko participó en el final de las telenovelas mexicanas Azul (1996), Quinceañera (1987) y en la película Keiko en peligro (1990) pero se convirtió en una estrella de alcance mundial cuando participó en la película Liberen a Willy (1993), producida por la compañía Warner Bros.
Solórzano Velasco comenta que desde un principio le pareció mala idea que participara en esa película porque el guion era muy sentimental: trataba de un niño huérfano que encontraba a una orca huérfana que vivía en un acuario a la que, después de varias peripecias, logra liberar al mar.
Sin embargo, los dueños del parque accedieron a que se filmara. Recibieron un pago por 50,000 dólares aunque la mayoría de las escenas donde aparece Keiko son de un animatronic, un robot idéntico al animal que costó casi un millón de dólares. La película fue un éxito taquillero, y se filmaron tres secuelas más.
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“Después de que se filmó la película y se estrenó en cines fue todo un fenómeno. Comenzamos a recibir dólares que los niños nos mandaban en cartas desde Estados Unidos, porque la gente creyó que la historia era cierta y que Keiko o Willy sufría en el encierro”, dice Solórzano Velasco.
Para poder responder a todas las peticiones de ciudadanos del mundo y periodistas internacionales que pedían ver a Keiko se creó el departamento de Relaciones Públicas en Reino Aventura, pero el tema escaló al grado de la psicosis.
El médico veterinario comenta que llegó a recibir llamadas en la madrugada de los dueños del parque preguntando por Keiko, porque habían escuchado en las noticias que había muerto.
Era cierto que tenía un papiloma (verrugas) en sus aletas, pero era un crecimiento controlado no canceroso, ocasionado porque la temperatura de la piscina era un poco más caliente.
Otro dato que se utilizó en contra fue que el estanque no era del tamaño adecuado, medía cinco metros de profundidad cuando lo recomendado era de 10 o 12 metros. Con todo, los conocedores del tema sabían que Keiko no podría sobrevivir a la vida silvestre porque desde muy pequeño aprendió a vivir a lado de humanos.
Después de tanta presión mediática, los dueños de Reino Aventura accedieron a trasladarla a otro sitio más adecuado, pero ¿cuál?
El cantante Michael Jackson levantó la mano cuando supo la decisión del parque, quería tener a Keiko en Neverland.
“Nos reunimos con su representante legal, cuando supo las necesidades que se debían cubrir de agua, cloro, filtración y alimentación para garantizar que sobreviviera y estuviera en buenas condiciones decidió no adoptarla”, relata José Luis Solórzano Velasco.
Después de mucho buscar, y con la ayuda del activista David Phillips, se acordó trasladarla al Acuario de la Costa de Oregon en Newport, donde se construyó una piscina de agua natural mucho más profunda.
Como el proceso tardó dos años, se organizó la despedida de Keiko en Reino Aventura. En total, 25 millones de personas de todo el mundo fueron a despedirse de la orca.
El 18 de enero de 1996 salió de Reino Aventura para trasladarlo al aeropuerto. Fue todo un acontecimiento, tuvo que ayudar la policía para abrir camino en las avenidas, se retiraron topes de las calles para que no se lastimara.
La gente en la calle gritaba “¡Keiko!, ¡Keiko!” con pancartas en mano, pedían que no se lo llevaran pero ya no había vuelta atrás.
Fue un reto mayúsculo subirlo al avión, se les cayó de la grúa sin que sufriera algún daño porque ya se encontraba dentro de un estanque especial que pesaba dos toneladas, más las tres toneladas que pesaba el mamífero.
Para entonces ya medía 6.55 metros. Cada mes ganaba 18.3 kilogramos de peso.
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Keiko estuvo en Oregon cerca de dos años en lo que se construía una alberca flotante en Islandia, el país donde fue capturado.
Sin embargo, era muy caro tener un corral en el mar para el cetáceo a donde le llevaban su alimento pues nunca aprendió a comer por sí solo (a pesar de que se contrató a expertos para entrenarlo a integrarse a su hábitat).
La Fundación Cousteau comenzó a financiar su manutención en Islandia, pero el gasto era enorme y decidieron cortar las redes para liberarlo al mar en la Bahía Klettsvik en agosto de 2002.
De acuerdo con el GPS que le colocaron, dio algunos recorridos con manadas de orcas, pero siempre buscó el contacto humano. Incluso, hay fotografías de la orca en playas de Holanda donde convive con los niños.
Keiko murió el 12 de diciembre de 2003, a los 27 años de edad, la causa oficial, de acuerdo con el gobierno de Islandia, fue una neumonía, aunque el experto sospecha que la causa real de su fallecimiento fue que nunca aprendió a cazar por sí solo ni se pudo integrar a alguna manada. En cautiverio, las orcas pueden vivir hasta 45 años.
La carismática estrella de Hollywood finalmente fue devuelta a Islandia, al fiordo de Klettsvik donde nació, donde fue entrenada para integrarse al mar y vivir en libertad. (Foto: AFP)
José Luis Solórzano Velasco comenta que para él Keiko fue su cuarto hijo, tuvo una relación muy especial con la orca porque debía estar a su lado prácticamente las 24 horas al día, dadas las presiones mediáticas y económicas alrededor del animal.
En vacaciones, sus tres hijos humanos se la pasaban en Reino Aventura mientras él cuidaba de Keiko. También escribió el libro La verdadera historia de Keiko, de la editorial Trillas, en donde él cuenta su versión de los hechos.
Considera hay una gran discusión sobre si es correcto o no tener animales en cautiverio, sin embargo, cuando se les tiene en zoológicos se les considera embajadores de la especie.
“Creo que los zoológicos deben seguir existiendo como centros educativos, entretenimiento, conservación e investigación”, mientras que en colecciones privadas es una injusticia porque los animales carecen de espacio y viven en estrés.
Se han dado avances para retirar a ballenas, delfines y demás especies marinas de espectáculos en parques acuáticos y actos circenses donde son entrenados para realizar trucos y se encuentran bajo mucho estrés.