Grupos delictivos aprovechan el anonimato de los activos digitales para blanquear dinero, de acuerdo con un informe de la ONU.
La Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos indica que tanto los grupos delictivos organizados mexicanos como los colombianos están aumentando el uso de las monedas virtuales. (Foto: GettyImages)
El Informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes correspondiente a 2021, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destaca que los cárteles mexicanos de la droga están usando las criptomonedas para blanquear el dinero que proviene de actividades ilícitas.
Con información proporcionada por autoridades de México y Estados Unidos, se estima que, solamente en nuestro país, el crimen organizado blanquea unos 25,000 millones de dólares al año en esta nueva modalidad.
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El ciberespacio y las criptomonedas se están perfilando como una nueva frontera para los grupos delictivos organizados que se disputan el control de los mercados delictivos de drogas, armas, sexo y personas.
Desde 2018, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, mejor conocida como Ley Fintech, exige que todas las plataformas de negociación de criptactivos informen de operaciones que superen los 56,000 pesos (o 2,830 dólares). No obstante, han encontrado vías para blanquear el dinero.
La Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos indica que tanto los grupos delictivos organizados mexicanos como los colombianos están aumentando el uso de las monedas virtuales debido al anonimato de la tecnología y la rapidez de las operaciones.
Usan una técnica conocida en inglés como smurfing (o atomización) para evadir la ley y blanquear el dinero, que es el proceso de integrar al sistema financiero legítimo los recursos obtenidos de un delito o ilícito.
En este caso, las transacciones bancarias no deben superar los 7,500 dólares para no llamar la atención de las autoridades tributarias.
Los delincuentes dividen el dinero ilícito en pequeñas cantidades que depositan en varias cuentas bancarias y, desde éstas, hacen pequeñas inversiones en criptomonedas para disimular el origen del dinero y pagarle a sus asociados en otras partes del mundo.
El crimen organizado se encuentra sometido bajo mayor escrutinio, por esa razón usa nuevos mecanismos de blanqueo, además de las criptomonedas, se documentan los sistemas alternativos de envío de remesas (como el sistema hawala) y los pagos mediante dispositivos móviles o por internet.
Aunado a los esquemas tradicionales, el sistema bancario, los transportistas de dinero, el contrabando de efectivo en grandes cantidades, los proveedores de servicios monetarios, las reservas de valor, las organizaciones sin fines de lucro, los bienes inmuebles, las empresas pantalla y el comercio.
Los flujos financieros ilícitos tienen impactos negativos en el desarrollo, la estabilidad política, económica y social, y en la seguridad de los países.
La ONU contempla el tema en la meta 16.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se propone reducir significativamente las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la recuperación y devolución de los activos robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada.
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