Ella aprendió a usar sus fortalezas para destacar en el mundo STEM. En entrevista con Tec Review cuenta sus retos, logros y algunos consejos para dejar huella en el mundo de la tecnología.
Uno de los logros más importantes de Alejandra Calateyud fue el lanzamiento de Windows 95 en México (Foto: Jimena Zavala)
Alejandra Calatayud trabajó de cerca con Bill Gates. Y durante mucho tiempo le dijeron que, en el mundo corporativo, debía ser como los hombres.
“En un punto, vestía de traje sastre. Solo me faltaba la corbata y tenía el pelo cortito para que no se notara tanto que yo era diferente y, después, me di cuenta de que nunca me iba a sentir a gusto así”, cuenta.
Alejandra aprendió a usar sus fortalezas para destacar en el mundo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). En entrevista con Tec Review cuenta sus retos, logros y algunos consejos para dejar huella en la tecnología.
Estudió ingeniería en sistemas informáticos en el Tecnológico de Monterrey, a través de una beca-préstamo del 90%. “Me enamoré de la carrera porque soy muy organizada, analítica, me gusta que las cosas tengan lógica, pero lo que más me apasionó fue todo el mundo de posibilidades que permitía”, cuenta.
En su generación eran ocho estudiantes y ella era la única mujer. Ahí desarrolló habilidades tecnológicas y comerciales. Pero Calatayud cuenta que sus fortalezas se pulieron al lado del fundador de Microsoft.
La desarrolladora conoció la empresa cuando trabajaba en Nueva Zelanda y estuvo en un proyecto en el banco de Australia, West Bank. “Me gustó mucho, en ese entonces se estaba haciendo de un nombre”. Cuando regresó a México fue a buscarlos.
“Muchos me preguntan cómo entré a Microsoft. Solamente llegué a la recepción con mi currículum. Ese mismo día me hicieron siete entrevistas y una oferta de trabajo. La realidad es que fue así; el momento ideal en que yo me atreví a ir”, cuenta.
Calatayud trabajó 17 años en la empresa de tecnología y fue subiendo de puesto hasta ser gerente general de la división de Nueva York, una de las sedes más importantes.
“Cuando me tocaba estar en una sesión de trabajo con Bill Gates me preparaba a morir, buscaba entender una visión 360 del tema. Sentía que tenía que saber de lo que estaba hablando, decir algo inteligente o Gates se iba a ir”, comparte.
Pero él, siempre encontraba el ángulo que ella no había pensado. “Eso te hace crecer mucho, saber que –aunque conozcas el tema– siempre vas a aprender. Era duro para el ego, porque yo quería ser la persona ‘brillante’ que pensó algo que Gates no…pero nunca fui esa persona”.
Uno de los logros más importantes de Alejandra fue el lanzamiento de Windows 95 en México. Recuerda que el día del lanzamiento ella estaba sentada viendo cómo todos estaban donde tenían que estar. “Así de organizado logré tener todo, fue un momento de orgullo, además tenía veintitantos años”, dice.
Otro evento que recuerda es uno de los más difíciles; antes de llegar a la gerencia de Nueva York tuvo un reto en Carolina del Sur. “
Ahí nadie hace negocios contigo si no conocen, primero, los nombre de tus hijos. Yo llegué con la espada desenvainada”, tras seis meses de fracaso tuvo que reconocer el error ante su equipo y pedir una segunda oportunidad.
“También es importante reconocer tus errores y seguir adelante, después logramos crear un modelo de negocio que se usó en Microsoft en todo el mundo”, expresa.
“Cuando me tocaba estar en una sesión de trabajo me preparaba ‘a morir’, buscaba tener una visión 360 del tema. Sentía que tenía que saber de lo que estaba hablando y que dijera algo inteligente o Gates se iba a ir”, comparte Alejandra Calatayud, una de las ejecutivas más influyentes del país y especialista en el crecimiento acelerado de las empresas (Foto: Portafolio de La Haus)
A Calatayud le gustan los retos. “Funciono mejor cuando todo va mal; cuando todo está tranquilo me aburro”; comparte que durante toda su trayectoria tuvo que aprender a usar todas sus habilidades en un mundo STEM de hombres.
“Me di cuenta rápidamente que la intuición no era bien recibida, así que encontré otras maneras de comunicarlas. No era que estuviera mal, sino que tenía que decirla de otra forma”, explica.
Entendió que la mejor manera de expresar la intuición era con números. “No decir ‘yo siento’ sino demostrarlo con números, durante mi carrera he tenido intuiciones muy acertadas, pero cuando las articulé como una intuición nadie me hizo caso. Aprendí a decirlo con números”, explica.
La ingeniería en sistemas informáticos tiene la destreza de subir muy rápido de puesto y muy seguido le preguntan “¿cómo lo haces?” Pero el secreto –asegura– es simple: “haz bien tu trabajo y los cambios llegan solos”, afirma.
Cuenta que “se enfoca totalmente en lo suyo, nunca persigue el siguiente nivel, pero como está tan metida en su trabajo los ascensos llegan”.
Agrega que “siempre hay que hacer las cosas bien. Yo tengo la teoría de que tienes que estar tres años en un lugar para realmente dejar huella”, aconseja.
Alejandra estudió ingeniería en sistemas informáticos en el Tecnológico de Monterrey. En su generación eran ocho estudiantes y ella era la única mujer. (Foto: Jimena Zavala)
Alejandra Calatayud comenzó a adentrarse en el mundo de las startups porque le gusta el crecimiento exponencial y que el tiempo es relativo. “Un mes es un año en estas empresas”, calcula.
Tras estar en cuatro emprendimientos de este tipo, la desarrolladora se convirtió en una especialista en el crecimiento acelerado de las empresas.
Ahora comienza su trabajo en La Haus, empresa tecnológica para inmobiliarias. “Me encanta que es una empresa hace accesible la vivienda a través de tecnología y experiencia con el usuario”, comenta.
Y adelanta que ésta será su última empresa. Después se dedicará a estudiar pintura y a ejercerla de manera profesional de tiempo completo.