La coreografía fue ensayada muchas veces en la Tierra y ahora, sin espectadores, comienza a adquirir su forma final en el espacio.
Te contamos los siguientes pasos de esta maravillosa pieza de ingeniería. (Foto: NASA)
El equipo del Telescopio Espacial James Webb desplegó por completo su parasol de 21 metros, que lo protegerá del calor del Sol durante su camino por el espacio.
El parasol, aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis, se dobló para caber dentro del área de carga útil del cono de la nariz del cohete Ariane 5, antes del lanzamiento.
El parasol de cinco capas protegerá al telescopio de la luz y el calor del Sol, la Tierra y la Luna.
Cada lámina de plástico es tan delgada como un cabello humano y está recubierta con metal reflectante, lo que brinda una protección del orden de más de 1 millón de SPF.
Se logró tensar por completo el parasol del telescopio, un suplemento de cinco capas que servirá como escudo térmico que protegerá a los instrumentos científicos del sol, la luna y la Tierra. (Foto: NASA)
El observatorio es único por muchas razones, una de ellas es que fue el primero en ser acomodado como un origami para caber dentro del cohete de lanzamiento Ariane 5 (los anteriores siempre eran del tamaño del carenado de carga útil del cohete y no era necesario que entraran doblados).
El reto era colocarlo íntegro dentro y luego —sin humanos a miles de kilómetros a la redonda que pudieran ayudar—, que sus partes se desdoblaran mecánicamente como si estuvieran en una danza, ensayada decenas de veces, para adquirir su forma final en el espacio.
Cada detalle minúsculo cuenta en este proyecto. El equipo de operaciones de la NASA ya completó la tensión del parasol de cinco capas.
El objetivo es proteger a los instrumentos científicos de la radicación solar y mantenerlos suficientemente fríos para que funcionen correctamente.
La NASA informó que con la tensión de este escudo térmico se han eliminado 75% de 344 fallas de un solo punto.
Al concluir esta etapa, comenzará a desplegarse el espejo secundario, luego el espejo primario y por último los segmentos del espejo.
Antes de llegar al segundo punto de Lagrange donde James Webb orbitará alrededor del Sol, ya deberá tener su forma final.
La danza del telescopio continúa por el espacio. (Foto: NASA)
En días pasados supimos que el panel solar que le provee de energía se desplegó exitosamente y la antena parabólica que permitirá el envío de información a la Tierra, el Gimbaled Antenna Assembly, se colocó en su lugar sin contratiempos.
La nave que sostiene al telescopio tuvo dos correcciones de trayectoria (totalmente previstas) y los operadores informaron que su combustible alcanzará más de 10 años. Sí, probablemente se extienda la vida útil de la misión.
En unos seis meses, cuando se haya verificado que todo funciona correctamente. El instrumento comenzará a enviar imágenes.
Expandirá nuestra visión del universo y observará en las profundidades del espacio detalles tan diminutos como el polvo. Los astrónomos esperan responder: ¿cómo se formaron las primeras galaxias?
El telescopio James Webb fue construido para observar a través del infrarrojo, porque en este espectro se capturan señales provenientes de objetos muy distantes y, por tanto, muy débiles.
Las temperaturas donde están los instrumentos científicos oscilarán entre -225 ºC (bajo cero) y -233 ºC. El parasol servirá como aislante térmico.
Es importante que estén aislados de cualquier fuente brillante y caliente como el Sol y la Tierra (que pudieran obstaculizar las observaciones), pero también de la misma nave espacial.
Y todo esto para poder ver la formación de las primeras galaxias, 250 millones de años después del Big Bang. Los astrónomos llaman a esta etapa la era de la recombinación.
Muy al inicio, el universo era una sopa caliente de neutrones, protones y electrones, y cuando se comenzó a enfriar, los protones y neutrones comenzaron a combinarse en átomos ionizados de hidrógeno y deuterio.
De ser un lugar oscuro comenzó a haber luz y se formaron las primeras estrellas y luego las primeras galaxias.
Te recomendamos: El lanzamiento del telescopio James Webb, que verá el pasado del universo
El primer exoplaneta descubierto giraba alrededor de un pulsar. Al día de hoy se contabilizan miles, pero James Webb irá más allá: buscará conocer sus atmósferas.
Entre sus instrumentos científicos trae coronógrafos, que capturan imágenes directas de exoplanetas cerca de estrellas brillantes. En distintas épocas del año (invierno, verano) se podrá inferir su composición con los colores que se vean en el espectro.
Cuando el exoplaneta transite a su estrella, si su atmósfera tiene sodio, el espectro de la estrella tendrá una línea de absorción que corresponda al sodio.
Sí, el objetivo final es encontrar un planeta con una atmósfera similar a la Tierra.
