47% de los países no han añadido a los contenidos escolares el tema del cambio climático y el 53% que sí lo aborda lo hace de manera mínima.
Alexander Leicht, jefe de la sección de Educación para el Desarrollo Sostenible de la Unesco, participó en el 8vo Congreso de Innovación Educativa del Tec de Monterrey. (Foto: Captura de pantalla)
La humanidad debe hacer cambios radicales y rápidos para adaptarse al cambio climático y el salón de clases es el sitio ideal para lograrlos.
Sin embargo, un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) muestra que en los contenidos curriculares de 100 países, solo la mitad aborda el tema, pero lo hace de forma “mínima”.
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La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) publicó este año un estudio en el que analizó los currículos educativos de 100 países y encontró que la mitad (47%) no tienen referencias al cambio climático.
Y en los 53 países donde sí aparece, la profundidad de la integración de aprendizaje es muy baja (40% lo menciona de forma mínima), explica Alexander Leicht, jefe de la sección de Educación para el Desarrollo Sostenible de la Unesco.
El abordaje de los contenidos “no es integral, comprensivo, ni da una respuesta clara sobre el cambio climático como quisiéramos ver”.
Al hacer el análisis de contenido se mostró que hay más referencias sobre el cambio climático y vulnerabilidades, que las acciones que lo causan (el estilo de vida y la acción humana).
Otro aspecto en el que Leicht observa una desconexión es que los países que más sufren los efectos del cambio climático mencionan con mayor frecuencia esos temas que aquellos que lo están causando.
“Eso apunta fuertemente a un tema de justicia social, ambiental y global entre aquellos países que sufren los efectos del cambio climático y aquellos que lo causan”.
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En otra encuesta realizada por la Unesco a 58,280 profesores de 144 países, 98% dijo que los temas sobre cambio climático sí son importantes, pero menos del 40% se sentían capacitados para enseñarlo.
“Decían que no tenían el apoyo necesario por parte de sus instituciones educativas, que les ofrecieran la formación para su enseñanza”.
Solo una tercera parte de los profesores se sintió con la capacidad para enseñar los contenidos y explicar los efectos del cambio climático en su localidad.
“Es un paso importante pero no es suficiente para generar cambios hacia estilos de vida más sostenibles”, de acuerdo con Leicht.
Dijo que se debe empoderar a los profesores para habilitar la transformación durante conferencia Opportunities and challenges of implementing Education for Sustainable Development in universities, que impartió en el 8vo Congreso Internacional de Innovación Educativa del Tec de Monterrey.
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La Unesco indica que la “educación para el desarrollo sostenible (EDS) empodera a los alumnos y aprendices de todas las edades con el conocimiento, habilidades, valores y actitudes para abordar los retos interconectados globales que enfrentamos”.
Va más allá del cambio climático, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplan el fin de la pobreza, hambre cero, una buena salud y bienestar y demás aspectos que buscan la paz y prosperidad de la humanidad.
El problema es que esos contenidos son deficientes incluso en los países que sí los contemplan en el plan de estudios.
En el pasado, el enfoque de la Unesco había sido en alcanzar una mayor cobertura educativa y que los jóvenes adquirieran competencias y habilidades, pero ahora también busca que la humanidad comprenda el código rojo que enfrenta debido a las múltiples crisis ambientales.
Para pasar a la acción, la EDS debe tocar tres dimensiones: el aprendizaje cognitivo (contenido), el socioemocional (motivación y capacidad de empatizar) y el comportamiento (competencias en acción a nivel local).
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La Unesco identifica cinco áreas de acción elementales para avanzar en la educación para el desarrollo sostenible a nivel global, nacional e institucional:
1. Integrarlo a las políticas públicas educativas
Que en todas las políticas se añada la perspectiva del desarrollo sostenible y sus conexiones con otros sectores.
2. Apropiación institucional
Promueve una transformación de la institución educativa para que el desarrollo sostenible se adquiera en todos los aspectos de la vida escolar.
3. Construir capacidades en los educadores
Los profesores de todos los niveles deben ser formados con ciertas competencias y capacidades en su formación inicial y en su educación continua.
4. Empoderar y movilizar a la juventud
Los jóvenes tienen mucha capacidad de ejercer presión política, son quienes tendrán que vivir en el mundo que les dejemos, y tienen soluciones novedosas y creativas sobre EDS dentro y fuera de las escuelas.
5. Acelerar las acciones a nivel local
Trabajar con las partes interesadas: gobiernos, universidades, organizaciones civiles y ciudadanos para lograr un trabajo en red para influir en toda la sociedad.