Antes de terminar de adornar en esta Navidad debes saber que son especies extraídas de forma ilegal de sus ecosistemas, en donde cumplen importantes funciones.
Hay algo que sí puede (y debe) faltar en tu nacimiento. Te contamos más. (Foto: iStock)
El espíritu navideño ya está en el aire. Nuestros corazones se llenan de alegría y queremos que nuestro hogar infunda ese ambiente festivo y cálido. Así que desempolvamos los adornos para colocar el árbol de Navidad y el nacimiento. Y para darle un toque natural al pesebre, vamos por musgo y heno al mercado, ¿hay algo de malo con esta compra? Sí y te explicamos por qué.
El problema es que estos organismos se extraen del ambiente lo que genera un gran impacto ecológico y la tradición ha crecido tanto que se ponen en riesgo las áreas forestales de nuestro país.
Su extracción suele ser ilegal por lo que especialistas y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) piden evitar su compra para apoyar al cuidado del medio ambiente.
Recomendamos: ¿Árbol de Navidad natural o artificial? Algunos datos que te ayudarán a elegir
Ambas especies cumplen con funciones ecosistémicas muy importantes ya que contribuyen a mantener la humedad de los bosques donde habitan y son hogar de otros organismos como insectos, arañas, gusanos y moluscos.
El musgo forma extensas alfombras que ayudan a evitar la erosión del suelo y el heno forma grandes cortinas colgantes que ayudan a disminuir la contaminación ambiental al capturar partículas contaminantes.
De hecho, los musgos son tapetes verdes que forman parte de la familia de las briofitas y cubren rocas, suelo y troncos de los árboles.
La bióloga Angélica Cervantes Maldonado, especialista en especies prioritarias de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), indica en entrevista para Tec Review que “el musgo no se cultiva por lo que hay que esperar a que, de manera natural, se recubran las áreas de donde fue extraído”.
La Semarnat indica que estas plantas carecen de tejido vascular o leñoso, son hogar de especies de invertebrados y sirven como material de construcción para nidos de aves como el colibrí.
“En México hay cerca de 980 especies de briofitas, de unas 19,900 registradas en el mundo. En México se comercializan varias especies del género Polytrichum”, indica Cervantes Maldonado.
Tienen una amplia distribución, pues se les encuentra en los bosques de pino y encino, en selvas húmedas e incluso en zonas áridas.
“Son muy importantes para mantener la humedad de los bosques porque pueden acumular hasta 20 veces su peso en agua”, de acuerdo con la experta.
Cuando se remueve la capa superficial del suelo para agricultura, ganadería o actividades forestales ya no hay aportes de materia orgánica y el suelo queda expuesto al deterioro. Para que se forme un centímetro de suelo fértil pueden tardar hasta 200 años.
La presencia de musgo en el suelo de los bosques evita la erosión, promueve la infiltración de agua a los suelos y favorece la germinación de las plantas.
Lee: Naturalista, la app que ayuda a proteger la biodiversidad mexicana
Aunque no se parecen a las piñas, ambas plantas forman parte de la misma familia: las bromeliáceas.
El heno que se comercializa para adornar en estas fechas, con filamentos de color grisáceo, es la especie Tillandsia usneoides.
Crece en bosques de niebla, encinares, en bosques de pino-encino e incluso en los mezquites y huizaches que se encuentran en los desiertos y semidesiertos.
“Mucha gente piensa que son plantas parásitas pero no, son plantas epífitas, eso significa que viven sobre otras plantas, generalmente no las dañan ni les extraen nutrientes, simplemente se encuentran sobre las ramas de los árboles en búsqueda de luz”, explica la especialista en especies prioritarias. También se les puede ver sobre cables y cercas.
El heno forma cortinas sobre los árboles que ayudan a mantener la humedad y a limpiar el aire al capturar partículas contaminantes en sus diminutas vellosidades llamadas tricomas.
El musgo ayuda en la conservación de los bosques. (Foto: iStock)
Puede haber un comercio legal de ambas plantas y evitar cambios microambientales adversos en sus lugares de origen. La Ley de Desarrollo Forestal Sustentable regula su venta y la Norma Oficial Mexicana 011 de la Semarnat desde 1996 estableció los lineamientos para que sean aprovechadas de manera sustentable.
Esta norma pide que los propietarios de los predios que pretenden utilizar estos recursos naturales presenten un plan de manejo en el que se calcule que la extracción del heno y musgo no sea mayor a la capacidad de regeneración natural de estos organismos, el problema, de acuerdo con la bióloga, es que la gran mayoría desconoce los trámites y no cumplen las reglas.
La Semarnat es la dependencia encargada de otorgar los permisos y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente es la que sanciona en caso de incumplimiento.
Cervantes Maldonado nos invita a sustituir el uso de estos organismos en los nacimientos por materiales como: papel de colores, aserrín, retazos de tela o rocas pequeñas y dar rienda suelta a nuestra creatividad sin perder nuestras tradiciones ni dañar los ecosistemas.
Te recomendamos: Comunidades forestales: el reto de navegar contra corriente
El cohete lunar SLS coronado por la nave espacial Orion se encuentra en el complejo de lanzamiento 39B luego de un lanzamiento nocturno desde el edificio de ensamblaje de vehículos en el Centro Espacial Kennedy el 18 de marzo de 2022 en Cabo Cañaveral, Florida. (Foto: Paul Hennessy / Agencia Anadolu / Agencia Anadolu a través de AFP)