La web 3.0 cambiará la forma como se organiza el mundo y las universidades no deben quedar al margen, consideró David Garza, rector y presidente del Tec de Monterrey.
David Garza, rector del Tec de Monterrey, habló de las tecnologías educativas que tendrán un gran impacto en los próximos años, incluido el Campus Virtual e el que estudiantes pueden tomar clases en realidad virtual. (Foto: Gabriela Beltrán)
Monterrey, NL.- En el siglo pasado vivimos la creación de la web 1.0, es decir, el lanzamiento de los navegadores. Con la web 2.0 observamos cómo los usuarios crean contenidos para interactuar en plataformas y la web 3.0 significará la descentralización de internet y el surgimiento de una importante economía de creadores. ¿Cuál será el futuro de la educación y el papel de las instituciones de educación superior en lo que viene?
En el arranque del 8vo Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE), el rector y presidente ejecutivo del Tecnológico de Monterrey, David Garza, impartió la conferencia magistral “Universidad, multidiversidad y Metaverso en la era poscovid” en la que analizó el papel de las instituciones educativas y el uso de las tecnologías.
“Se avecina un futuro emocionante y las universidades no se deben quedar al margen. Es un entorno de retos pero también de oportunidades. Sería muy bueno que las instituciones educativas pensáramos qué rol tendremos en el contexto de Web 3”, dijo.
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Si bien ahora existen Metaversos en una versión muy básica, con el tiempo se harán más sofisticados e inteligentes. El mismo Tec de Monterrey puso en marcha su Campus Virtual, en el que más de 20 mil estudiantes tuvieron la experiencia de participar e interactuar en entornos inmersivos en plena pandemia.
El rector lo puso como ejemplo de una serie de tecnologías educativas que ha explorado el Tec para mejorar experiencias de aprendizaje.
En el mundo se está invirtiendo muy fuertemente en el sector: en 2020 se destinaron 16,100 millones de dólares de Venture Capital cuando hace apenas 10 años se destinaban 500 millones de dólares, con datos de Holon IQ, una plataforma que realiza mediciones en materia educativa.
“Las universidades debemos involucrarnos de una manera temprana y ver qué impacto positivo tendrá (la tecnología) en el aprendizaje y qué riesgos. Surgirán dudas de carácter ético, de carácter social, etcétera, todo eso nos toca a las universidades involucrarnos y no dejar que pasen”, indicó Garza.
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Una característica de la web 3.0 es que la plataforma base será el blockchain.
“Hoy lo asociamos mucho a las criptomonedas y Bitcoin pero el tema financiero es solo la punta del iceberg, ya empezamos a ver aplicaciones interesantes en temas como documentos legales, arte, música, entretenimiento, entornos digitales”.
Al esquema descentralizado de la web 3.0 se le llama economía del creador, porque se elimina a los intermediarios. Es el creador el que interactúa directamente con los usuarios finales.
Por ejemplo, en la industria de la música, el cantante y compositor ya no necesitarán de una empresa productora ni distribuidora, podrá llegar directamente a sus fans e inversionistas.
Ya hay empresas y plataformas basadas en blockchain que tienen que ver con el tema educativo como skillchain, EVERIPEDIA, Vivagogy, entre otros. Se caracterizan por tener expertos que son educadores, crean contenidos y se enlazan directamente con el usuario final.
Ante este cambio tan “disruptivo”, el rector indica que hay que darle seguimiento y experimentar: “Y se vale que nos equivoquemos en algunas cosas, ver qué es escalable y en dónde podemos tener un mayor impacto”.
La innovación educativa depende de la pedagogía, de políticas públicas, de aspectos como los profesores, el governance de la misma institución y la tecnología.
En este último punto el Tec de Monterrey ha estado explorando para mejorar las experiencias de aprendizaje con realidad virtual, realidad aumentada, inteligencia artificial y robótica, analítica de datos, simulación y gamificación, aprendizaje adaptativo y blockchain.
David Garza destacó que “en dos a cinco años estaremos incorporando experiencias donde los estudiantes podrán adentrarse en situaciones de mundos virtuales, así como realidad aumentada desde experiencias de inmersión en su propia aula sin necesidad de usar equipos invasivos”.
Se vienen experiencias con el uso de hologramas, se crearán rutas personalizadas de aprendizaje basadas en analítica de datos y la incorporación de inteligencia artificial en el aula.
El profesor, por ejemplo, recibirá información en tiempo real sobre el estado emocional y nivel de atención de sus estudiantes, pudiendo adaptar la dinámica de su clase para lograr un aprendizaje significativo.
Con la información que se obtenga se podrán hacer ajustes al diseño de las materias, promover la mejora continua e incluso diseñar programas de acompañamiento a los estudiantes que requieran algún apoyo adicional.
Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), durante la inauguración del CIIE, dijo que en el ciclo escolar 2020-2021 la tasa de cobertura promedio en educación de nivel superior fue de 42% en los jóvenes de 18 a 22 años, sin embargo, en algunos estados del sur del país la cifra es mucho menor.
En la pospandemia el reto es cerrar las brechas de la desigualdad que dejó la crisis sanitaria en materia educativa e incrementar a 50% la cobertura a nivel licenciatura, un porcentaje que, sin embargo, continúa siendo insuficiente.
Otro gran pendiente es con los grupos indígenas, que representan 7% de la población, pero a penas 2% de los hablantes de otra lengua acceden a educación superior.