El lenguaje es muy poderoso, visibiliza o invisibiliza, en el Día Internacional para las Personas con Discapacidad te contamos las palabras correctas.
¿Has escuchado o dicho 'condenado a usar una silla de ruedas'? Tal vez sea hora de replantearnos cómo hablamos sobre la discapacidad. (Foto: iStock)
Son la minoría más grande del mundo (15% de la población). Y tan importante es modificar el entorno físico para que cuenten con infraestructura y ejerzan plenamente sus derechos como usar las palabras correctas. Entonces, ¿cómo debe ser el lenguaje incluyente para personas con discapacidad?
Las palabras tienen un poder inmenso, mientras algunas silencian, infantilizan o reducen, otras visibilizan, reconocen o dignifican.
En el Día Internacional para las Personas con Discapacidad te decimos por qué es importante usar los términos apropiados al referirnos a este sector de la población.
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En México, las personas con discapacidad también son una minoría mayoritaria, pues hay casi 21 millones de personas con alguna discapacidad, representan 16.5% de la población, 47% son hombres y 53% mujeres. La población mayor de 60 años es la que representa el 50.1% del total nacional.
Las personas son lo más importante, por ello, debemos aprender que ni los adjetivos calificativos ni los eufemismos (palabras que sustituyen a otras consideradas tabú) aportan para conocer o describir una condición de vida. Hay que aprender a usar las palabras precisas.
El Diccionario ¿Cómo se dice? De la A a la Z es el primero en su tipo para reportear, escribir y contar historias sobre la discapacidad que nos sirve para aclarar dudas.
Fue editado por AT&T y la asociación civil Yo también, es un documento que busca eliminar el lenguaje discriminatorio de los medios de comunicación y el habla cotidiana.
“Las palabras son poderosas porque construyen el mundo al describirlo. Elegir las palabras que utilizamos es nuestra responsabilidad, pues, al hacerlo, ejercemos el poder de construir realidades que incluyen o que excluyen”, dice Mónica Aspe, CEO de la compañía.
Las fundadoras de Yo También, Bárbara Anderson y Katia D’Artigues, mencionan en el prólogo que esta herramienta contiene los términos adecuados, tips, buenas prácticas e incluso breves marcos legales para entender la discapacidad.
“Se trata de un grupo social al que es muy posible que tarde o temprano todos pertenezcamos por el solo hecho de vivir cada vez más años”, escriben.
Es válido que persistan dudas sobre cómo referirse a las personas con discapacidad de forma correcta y sin lastimar su condición, por ello debemos informarnos y no reforzar estereotipos nocivos.
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El objetivo es usar un lenguaje preciso, claro, sin estigmas y alejado de ambigüedades o eufemismos.
Es incorrecto decir “persona con capacidades diferentes” o “personas diferentes”, en todos los casos hay que nombrarlos “personas con discapacidad”.
Las etiquetas tampoco aportan. Por ejemplo, decir “la ciega” o “el discapacitado” son erróneas, lo adecuado es “persona ciega” o, nuevamente, “persona con discapacidad”.
De acuerdo con el diccionario, tampoco hay que usar descripciones negativas en cuanto a su condición porque las personas viven con discapacidad, no “padecen” ni son “víctimas”.
Solo se usa la palabra paciente si, en efecto, la persona se encuentra en un tratamiento médico, no aplica para todo lo demás porque no son personas enfermas, la discapacidad es una condición de vida.
El término capacitismo alude a cuando nos referimos a las personas con discapacidad como “heroínas”, al exaltar su coraje y fuerza de voluntad se distorsiona su realidad. Estas descripciones refuerzan prejuicios y hay que evitarlas.
De igual forma, las herramientas que utilizan les ayudan a tener una mayor independencia y movilidad, hay que eliminar expresiones como “condenado a una silla de ruedas”.
El diccionario define palabras correctas de la A a la Z, a continuación presentamos algunas para incluirlo en nuestro vocabulario.
Es la cualidad de aquello que resulta accesible. Es el grado o nivel en el que cualquier ser humano, más allá de su condición física o cognitiva, puede usar una cosa, disfrutar de un servicio o aprovechar una infraestructura.
Concepto que sustituye expresiones como visión limitada/reducida/parcial que hacían referencia a la persona que no vive con ceguera total.
Cambia sinónimos, como “dificultades visuales” o “debilidad visual” porque describe a las personas como poseedoras de una dificultad o una debilidad.
Discapacidad psicosocial caracterizada por pérdida de interés en las actividades, fatiga persistente, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, sentimientos constantes de vacío o desesperanza y hábitos alimenticios anormales.
Se incluye una sección con palabras que deben salir del uso cotidiano porque promueven estereotipos y son discriminatorias.
Palabra muchas veces usada para describir a alguien con dificultad para caminar. Tache/huarache: debes usar el término persona con una discapacidad motriz. Punto.
Expresión que suele usarse para describir a personas con una pérdida parcial o total de la audición. ¿Por qué le dan tantas vueltas si pueden decirlo más fácil (y corto) con la palabra “sordera”?
Cuando una persona adulta mide menos de 147 centímetros, es una persona de talla baja. El uso de los otros términos no son los correctos. ¿Un consejo? Pregúntale a la persona qué término prefiere para que la describas.
Es old fashion e incorrecto al mismo tiempo. No tener movilidad en las extremidades debe considerarse una discapacidad motriz.
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La ONU declaró el 03 de diciembre el Día Internacional para las Personas con Discapacidad en 1992 con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concientizar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.
La discapacidad dejó de ser considerada una enfermedad que debía ser corregida. A partir de 2008, la Convención Internacional de los Derechos sobre las Personas con Discapacidad de la ONU, establece que lo que se debe corregir es el entorno, y se deben garantizar los apoyos necesarios para que las personas con discapacidad sean integradas a la sociedad.