Es el observatorio más grande y complejo del mundo que revelará misterios del universo.
El telescopio espacial James Webb de la NASA llega a su última parada antes del lanzamiento desde el complejo de lanzamiento ELA-3 de Arianespace en el puerto espacial europeo en la Guayana Francesa, en la costa noreste de América del Sur. (Foto: NASA / Chris Gunn)
Tic tac, tic tac. El lanzamiento del telescopio James Webb será el 22 de diciembre y la cuenta regresiva ya comenzó. El observatorio que mirará al pasado del universo, cuando recién ocurrió el Big Bang, está cerca y los nervios crecen día con día.
De hecho, la NASA retrasó su salida original, programada para el 18 de diciembre, debido a un accidente mientras los ingenieros conectaban el telescopio a un adaptador Ariane 5.
Después de recorrer más de 9,000 kilómetros, el telescopio espacial James Webb ya está en su hogar temporal en la Guayana Francesa. Después de su llegada, Webb se levantó con cuidado de su contenedor de embalaje y luego se levantó verticalmente. Esta es la misma configuración en la que estará Webb cuando esté dentro de su vehículo de lanzamiento, el cohete Ariane 5. (Foto: NASA / Chris Gun)
“Una liberación repentina y no planificada de una abrazadera, que asegura a Webb al adaptador del vehículo de lanzamiento, causó una vibración en todo el observatorio”, dijo la NASA.
El despegue se ha pospuesto ahora del 18 de diciembre al 22 de diciembre para permitir más controles, “solo por pura precaución”, dijo Thomas Zurbuchen, director de ciencia de la NASA.
Pero los equipos de ingeniería realizaron pruebas adicionales y determinado que el telescopio es seguro y está listo para cargar combustible después de haber completado una serie de comprobaciones y pruebas de seguridad.
¿Por qué hay tanto interés por este telescopio? Te contamos:
El James Webb es el observatorio espacial más grande y complejo creado en el mundo. Revelará momentos nunca vistos del universo temprano, galaxias distantes y el Sistema Solar para crear un mapa cósmico a mayor detalle sobre los primeros eventos que ocurrieron después del Big Bang.
Sus ojos tienen la capacidad de escudriñar a 13,000 millones de años luz en el pasado del universo.
En una colaboración entre la NASA con la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense, este magno proyecto también buscará signos de habitabilidad en miles de exoplanetas que se encuentran en otras regiones galácticas, ¿qué misterios cósmicos revelará? No se sabe, pero los astrónomos auguran noticias fascinantes.
En esta imagen, el telescopio espacial James Webb, todo empacado en su contenedor de envío, se descarga del MN Colibri. El MN Colibri es el barco que transportó a Webb desde el puerto de California al puerto de la Guayana Francesa. (Foto: NASA / Chris Gunn)
Por tratarse de una iniciativa internacional con múltiples socios, James Webb será lanzado desde el complejo de lanzamiento ELA-3 de Arianespace en Guyana Francesa en Sudamérica.
“Estamos muy emocionados de enviar finalmente el próximo gran observatorio del mundo al espacio profundo. Webb ha cruzado el país y viajado por mar. Ahora emprenderá su último viaje en cohete a un millón de millas de la Tierra, para capturar imágenes asombrosas de las primeras galaxias en el universo temprano que seguramente transformarán nuestra comprensión de nuestro lugar en el cosmos”, dijo Gregory Robinson, director del programa James Webb de la NASA.
En el año 2013 comenzó su ensamblado en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
Luego fue trasladado por tierra a diferentes puntos de Estados Unidos para someterlo a pruebas que garantizaran su funcionamiento en el espacio.
Después del viaje terrestre siguió el marítimo: salió en agosto del Parque Espacial de Northrop Grumman en Redondo Beach, California, a la Estación de Armas Navales Seal Beach y fue colocado en el carguero francés MN Colibri.
Viajó por 16 días en el mar, más de 9,000 kilómetros, pasando por el océano Pacífico, el Canal de Panamá hasta el mar Caribe a Port de Pariacaibo y de ahí al río Kourou, llegando a su destino en la Guayana Francesa el 12 de octubre.
Ya en las instalaciones en Kourou, Guayana Francesa, los técnicos de control de contaminación se aseguraron de que el observatorio estuviera limpio y libre de contaminantes, realizaron pruebas eléctricas y funcionales, y revisaron su configuración mecánica.
Dos semanas duró el proceso de carga de combustible de la nave espacial con hidracina y el oxidante de tetróxido de nitrógeno para impulsar los propulsores del cohete Ariane.
La falla en su levantamiento y montaje fue parte de las últimas etapas. Una vez que quede adaptado al cohete será trasladado a la plataforma de lanzamiento con varios días previos para hacer pruebas finales.
Unas horas antes del despegue el cohete se cargará con combustible de hidrógeno líquido y oxígeno líquido.
Aproximadamente media hora antes del lanzamiento, los ingenieros en la sala de control de carga útil cambiarán la nave espacial de energía eléctrica externa a la batería a bordo de la nave espacial.
Son muchos los detalles que deben funcionar correctamente y en forma secuencial para que los nuevos y poderosos ojos del James Webb se activen en el espacio. Solo que da tener paciencia en la recta final.
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