Se espera que con los compromisos firmados se llegue a una temperatura global de 2.4 ºC, pero muchas personas tendrán que migrar por estas condiciones.
Te contamos sobre los acuerdos a los que llegaron los países. (Arte: Tec Review)
El mundo vive una crisis climática y la temperatura global continúa aumentado. Y, aunque durante la última cumbre en Glasgow se alcanzaron algunos acuerdos, como el compromiso de dejar de usar automóviles de combustible, expertos advierten que los alcances de la COP26 no serán suficientes para enfrentar el problema.
Luis Ricardo Fernández Carril, coordinador de Sostenibilidad de la Escuela de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey, explica, en entrevista para Tec Review, que “no estamos enfrentando el problema, significa que hablamos y hablamos, pero las emisiones de gases de efecto invernadero continúan subiendo”.
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El consorcio Global Carbon Project, integrado por científicos, anunció que −a finales de este año− las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), producto de la quema de combustibles fósiles, aumentarán casi 5% respecto del año 2020, marcado por la pandemia.
Una muestra de la brecha que hay entre las negociaciones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), en Glasgow, Escocia, y la realidad.
De hecho, un día después de que concluyó la cumbre, 197 países miembro firmaron un acuerdo para frenar el aumento de la temperatura global a 1.5 ºC como recomienda el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, pero, en esencia, las acciones contundentes se pospusieron para la COP27, que se realizará en Egipto en 2022.
António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reconoció que se cuenta de Twitter que en la COP26 no se logró poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles ni eliminar el carbón, entre otros temas, pero se tienen los componentes básicos para el progreso en futuras negociaciones.
We must end fossil fuel subsidies.
Phase out coal.
Put a price on carbon.
Protect vulnerable communities.
And make good on the $100 billion climate finance commitment to support developing countries.We didn't achieve that at #COP26, but we have building blocks for progress.
— António Guterres (@antonioguterres) November 14, 2021
Alok Sharma, presidente de la COP26, declaró que era una ‘victoria frágil’, “tenemos que seguir trabajando juntos para mantener vivo el 1.5”.
I am incredibly grateful to everyone who has helped get us here today in Glasgow
But this is a fragile win
We have to continue to work together to kept 1.5 alive
Read my full statement here on the outcomes of #COP26: https://t.co/SHP22t3bDc pic.twitter.com/8xSCZA7I10— Alok Sharma (@AlokSharma_RDG) November 13, 2021
Al último minuto, hubo un cambio en el pacto por parte de China e India con el compromiso de “la eliminación progresiva de la energía del carbón y de los subsidios para combustibles fósiles”.
El hecho de que el lenguaje quedara como “reducción gradual” fue motivo para que Sharma se disculpara con los países que esperaban un pronunciamiento rotundo porque el “más fuerte” no llegó al acuerdo final.
Con las promesas hechas en Glasgow, la Tierra se calentará 2.4 ºC, un escenario mejor que los 2.7 ºC proyectados, pero continúa siendo catastrófico porque no frenaría los impactos climáticos extremos.
La presidenta de Barbados, Mia Mottley, dijo en la COP26 que un aumento de temperatura de 2º C será una sentencia de muerte para su pueblo, así como para los habitantes de Antigua, Barbuda, Maldivas, Dominica, Fiji, Kenia, Mozambique y Samoa.
Las acciones tienen que ser drásticas en esta década para evitar migraciones masivas de gente que se verá afectada por el aumento del nivel del mar.
Barbados PM @miaamormottley says the climate emergency will inevitably lead to forced migration, and that “those who are uncomfortable with migration will have to accept that this is the consequence of their failure to act.” pic.twitter.com/9fR8gV7mwe
— Christiane Amanpour (@amanpour) November 2, 2021
Los países se comprometieron a revisar más rigurosamente sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional sobre emisiones de GEI para presentar avances reales el próximo año.
Un tema transversal a todas las negociaciones es destinar 100,000 millones de dólares al año para el Green Climate Fund con el que se apoyará la resiliencia, adaptación y transición energética de los países en desarrollo. Pero la meta se aplazó al año 2025, aunque se planteó desde el año 2009 en la COP15 celebrada en Copenhague, Dinamarca.
Los 20 países más desarrollados, entre ellos, Noruega, Japón, Australia, Reino Unido, Estados Unidos, Suiza, Canadá, España, Irlanda y Luxemburgo aportarán a ese fondo a partir del 2022 y no se alcanzará el tope de inmediato.
La Alianza Financiera de Glasgow para Net Zero —una coalición global de 500 instituciones financieras privadas— brindará créditos a empresas de países emergentes que propongan soluciones basadas en la ciencia, así como proyectos basados en las cero emisiones netas de carbono para 2050, con 130,000 millones de dólares.
Los líderes de más de 120 países, que representan alrededor del 90% de los bosques del mundo, México incluido, se comprometieron a detener y revertir la deforestación para 2030 en la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre Bosques y el Uso de la Tierra.
Más de 100 países, entre ellos, Estados Unidos y la Unión Europea acordaron reducir las emisiones del gas metano, que tienen efecto invernadero, para 2030.
También, más de 40 países, incluidos los principales usuarios de carbón como Polonia, Vietnam y Chile, acordaron alejarse del carbón, uno de los mayores generadores de emisiones de GEI.
México es uno de los 100 países que firmaron la Declaración de Glasgow sobre vehículos y furgonetas de cero emisiones para poner fin a la venta de motores de combustión interna en el año 2035 −en los mercados líderes− y en 2040 en todo el mundo.
Diez países, liderados por Costa Rica y Dinamarca, anunciaron la alianza BOGA (Beyond Oil & Gas Alliance) para iniciar la transición que acabe con la producción de gas y petróleo, países como Suecia no permitirán extraer ni explorar crudo o gas en sus tierras y aguas a partir del 2022.
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En 1992, la ONU organizó en Río de Janeiro, Brasil, la Cumbre de la Tierra, en la que se adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, desde entonces se hablaba de “estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera”.
A partir del año 1994 se realizó la primera COP, esto significa que llevamos 27 años de negociaciones sin acciones robustas, de acuerdo con Luis Ricardo Fernández Carril, coordinador de Sostenibilidad de la Escuela de Humanidades y Educación.
Únicamente en la crisis económica mundial de 2008 y en la pandemia por la Covid-19 de 2020 se logró detener la emisión de GEI global.
El problema es que “a diferencia de hace 15 o hace 10 años hoy la situación es grave y urgente”, dice.
Gracias a las movilizaciones a las que convocaron Fridays for Future y Extinction Rebellion en más de 180 ciudades del mundo se logró la participación de millones de ciudadanos y el tema se colocó en la agenda mediática, considera, de lo contrario, habría pasado casi desapercibida la COP26.
Figuras como la activista Greta Thunberg logran movilizar a las personas.
“La COP26 terminó. Aquí un breve resumen: Bla, bla, bla. Pero el verdadero trabajo continúa fuera de estos pasillos. Y nunca nos daremos por vencidos, nunca”, publicó en su cuenta de Twitter.
The #COP26 is over. Here’s a brief summary: Blah, blah, blah.
But the real work continues outside these halls. And we will never give up, ever. https://t.co/EOne9OogiR
— Greta Thunberg (@GretaThunberg) November 13, 2021
Hace falta concientizar a la sociedad sobre las consecuencias del cambio climático. “Hacerles ver que el problema va más allá del deshielo de los Polos, que no se va a resolver con usar una bolsa de tela o bañarnos en cinco minutos, sí son bienintencionadas, pero tenemos que pensar que la principal acción debe provenir de empresas y gobiernos”, comenta Fernández Carril.
Ahora han surgido liderazgos subnacionales, como los gobiernos de Nueva York y California, incluido el Tec de Monterrey, con compromisos cero emisiones que en conjunto pueden contribuir a la causa.
“Las universidades tienen un papel fundamental, al modificar sus acciones y conductas asumen la responsabilidad de transformar a la gente, de educarla”, indica el profesor.
El asunto es que se deben dar transformaciones muy profundas en todo el mundo porque el petróleo está integrado a nuestra vida cotidiana. “No más retórica, acciones ya”, coincide.