El anuncio del G7 sobre la donación de 1,000 millones fue una buena noticia, pero la entrega se queda muy corta frente al desabasto en países pobres.
La Organización Mundial del Comercio impulsa la medida para ayudar a una distribución equitativa. (Foto: Getty Images)
Para algunos expertos, liberar las patentes de las vacunas contra la Covid-19 podría hacer frente a la grave desigualdad en la distribución mundial.
Hasta ahora, según información de Our World in Data, solo el 2.7% de la población de los países de bajos ingresos ha recibido al menos una dosis.
El pasado 14 de octubre, Ngozi Okonjo-Iweala, directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC), declaró que las negociaciones formales sobre una exención temporal de las normas de propiedad intelectual para impulsar el acceso a los biológicos estaban “atascadas“.
Pero Okonjo-Iweala se mostró optimista. Dijo que las conversaciones informales se habían intensificado, pero, hasta ahora, no hay resultados.
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La propuesta de exención de la propiedad intelectual ha sido defendida por la comunidad científica, que argumenta que los fabricantes de vacunas han dependido, en gran medida, de financiación pública.
Según Health Policy Watch, se estima que, en conjunto, algunas empresas que poseen los derechos de propiedad intelectual se han beneficiado de una subvención gubernamental de alrededor de 110,000 millones de dólares.
Forbes publicó en diciembre de 2020 que tan solo la vacuna Moderna fue financiada casi exclusivamente por el gobierno estadounidense.
En mayo de este año, Estados Unidos sorprendió al mundo al anunciar su intención de apoyar la propuesta de la OMC e informó que renunciaría temporalmente a los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas Covid-19. Pero a cinco meses, esto no se ha concretado.
Por lo pronto, Okonjo-Iweala dijo que creía que los miembros de la OMC podrían “encontrar un compromiso pragmático sobre la exención de la propiedad intelectual” que garantizara un acceso equitativo, al tiempo que preservara los incentivos para la investigación y la innovación.
Cabe recordar que, aunque la declaración de los líderes del G7 de donar 1,000 millones de dosis de vacunas a lo largo del próximo año fue una buena noticia, ésta se queda muy corta con respecto a las más de 11,000 millones de dosis que la Organización Mundial de la Salud estima necesarias.
Aunque los países de ingresos altos contribuyeron a la formación y financiación de COVAX y del Fondo COVAX, responsable del acceso mundial equitativo, según Journals Plos “los contratos bilaterales con las empresas farmacéuticas han monopolizado la mayoría de las dosis disponibles”.
Un ejemplo, dice el artículo, es el caso de los fabricantes de vacunas indios, que tuvieron que reorientar sus suministros –previamente comprometidos– para hacer frente al aumento masivo de casos de Covid-19 en la India durante el segundo trimestre de 2021.