Las empresarias, que trabajan en sectores dominados por los hombres, nos dan las claves para lograr un negocio exitoso.
¿Cómo navegar entre negocios dominados por hombres? Ellas te explican. (Fotos: Amexme, Twitter Coral Luna Vázquez, Diana Victoria López / Instagram / Arte: Tec Review)
Comenzar un negocio y ser mujer, no es sencillo. Los obstáculos a los que se enfrentan incluyen financiamiento, mantener la empresa a largo plazo, dar a conocer sus productos. Es decir, como cualquier nuevo empresario. Pero también al techo de cristal y a la desigualdad de oportunidades. ¿Cómo lo logran estas mujeres emprendedoras mexicanas?
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Dariana Victoria tiene una mueblería junto a su madre. Hacen trabajo de carpintería y ensamblaje de muebles en su propio emprendimiento.
“¡Cargan como hombres!, ¡La carpintería no es trabajo de mujeres!”, eran algunas de las críticas que recibían de sus clientes.
También está Jimena Muñoz Albarrán, quien dirige un negocio familiar de proyectos de construcción y cemento.
Un giro −normalmente− dominado por hombres, por el cual también fue criticada por el hecho de ser mujer, además de su edad.
Mientras, Coral Luna Vázquez, es asociada comercial de una empresa de seguridad y capacitación policial.
Ellas tienen algo en común: no se dejaron llevar por los estereotipos de género que marcan los emprendimientos de los que forman parte.
En Tec Review entrevistamos a estas jóvenes que luchan contra lo que la sociedad les quiere imponer solo por ser mujeres.
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Dariana Victoria López tiene 21 años y, junto a su mamá, tiene un negocio de muebles en Guerrero.
Ellas lograron dominar habilidades en carpintería y algunos de los diseños que tienen a la venta los hacen ellas mismas.
Sin miedo al qué dirán, rompen estereotipos de género de que este tipo de oficio es exclusivo para hombres. No se han detenido y han expandido su emprendimiento.
“Había señoras que se nos quedaban viendo, nos decían ‘¡ay mira, cargan como hombres!’ o luego los clientes piensan que vas a hacer mal tu trabajo a la hora de llevar e instalar los muebles. Pero tenemos las herramientas específicas para hacer bien nuestro trabajo”, cuenta Victoria.
Ella y su mamá empezaron vendiendo por internet, con publicaciones en Instagram y Facebook Marketplace y, tras seis años de dedicación, tienen ahora dos sucursales.
“En Instagram puedes hacer contratos de publicidad. Es importante darle seguimiento a tu página, interactuando con los clientes. Te da opciones hacia donde quieres dirigir tu público, interactuar con tu cliente haciendo dinámicas”, explica.
Después, con su hermano, decidieron hacer un sitio web de la mano de un desarrollador que les fue guiando para que quedara como un catálogo de sus ejemplares; al mismo tiempo, les sirvió como una herramienta muy fuerte para darle credibilidad al negocio.
Sin embargo, lo que verdaderamente afianzó a Victorias Emporio fueron las recomendaciones de sus clientes, ya que las ventas por internet se prestan mucho para estafas.
Dicen que, ahora, hay muchas imitaciones de muebles que se dañan muy rápido y no dan garantía.
“Me ayuda mucho que las clientas suban sus videos y fotos en sus redes sociales cuando les llegan sus muebles, porque genera confianza y atrae a más personas”, comenta Victoria.
Agrega que, con la pandemia, ella y su mamá tenían miedo que se dejara de comprar muebles, pero −de hecho – aumentaron las ventas en internet.
Para su sorpresa, como muchos decidieron remodelar sus casas y poner muebles nuevos, como escritorios para trabajar o estudiar a distancia, entonces terminó siendo una buena temporada de ventas.
En cuanto a la venta presencial, para abrir los locales, la emprendedora acapulqueña recomienda hacer estudios de mercado.
Comparte que, antes de abrir los locales de muebles, analizaron la zona donde estaría su negocio, tuvieron en cuenta la competencia y la ubicación para que fuera estratégica; donde haya flujo de personal para que te vean.
Victoria López va a la mitad de su carrera en Negocios Internacionales. Para sortear su vida personal y estudios con su emprendimiento tuvo que contratar una empleada por las tardes para poder asistir a la jornada vespertina de su universidad y, después, regresaba a su local para cerrar.
La meta de Victoria es terminar sus estudios y lograr su independencia financiera del emprendimiento familiar.
Por ello, alterna con otros negocios que tiene, como la venta de ropa por internet, haciendo lives por Facebook mostrando la ropa. Dice que por cada muestra cierra 25 ventas y las entregas en un punto que tienen “las nenis” de Acapulco.
La joven emprendedora recomienda a quienes están empezando “no gastar a lo tonto”, es decir, establecer prioridades a la hora de hacer compras.
“Emprendan desde muy chicas. Nunca tengan esperanzadas que alguien más les dé y que las mantengan”, opina.
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Jimena asumió el liderazgo de la empresa familiar hace cinco años. Ahora, con 33, mira hacia atrás y no se arrepiente de las batallas que tuvo que librar por ser muy joven y mujer.
Dirigir Construcciones y Edificaciones Universo y Concretos Pilares fue difícil para ella, ya que para cerrar negocios o tratar con empleados estaba rodeada de hombres.
Por tratarse de un giro empresarial cementero y de obras, la realidad es que el 90% de los trabajadores es hombre y manejan la maquinaria pesada. Esto, a pesar de los esfuerzos que está haciendo el sector por vincular mujeres.
“Sí, hemos tenido diferentes casos que cuando quiero cerrar un trato, luego dicen que con mujeres no cierran tratos. Realmente no conozco alguna directora mujer de una concretera”, comenta.
Jimena recuerda haber sentido temor de lo que vendría después de asumir las riendas de la empresa familiar, luego del fallecimiento de su padre.
Reconoce que no sabía nada, no sabía qué hacer, pero con el paso de los años adquirió experiencia, fortaleza, además, aprendió del negocio pese a no haber estudiado nada relacionado con esta industria.
“Sí me las vi negras, hubo personas que me dieron la vuelta, pasé por fraudes”, recuerda.
La empresaria estudió administración de hoteles y restaurantes. No esperaba este giro que dio su vida, antes su sueño era poner un hotel boutique, pero dice que −ahora− lo que tiene la llena y la hace feliz.
Sin embargo, su talento para el servicio al cliente relacionado con lo que estudió lo aplica en las empresas que dirige y le ha abierto muchas puertas, le ha ayudado a cerrar buenos negocios.
Jimena Muñoz forma parte de la red Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Amexme), y lleva la presidencia del capítulo Álvaro Obregón.
Ésta es una red de mujeres emprendedoras de diferentes giros que se apoyan, hacen networking, mesas de trabajo, capacitaciones y trabajan por el empoderamiento de la mujer.
“La red me ayudó a nivelarme. Estoy con puras mujeres para contrarrestar el estar tanto tiempo en mi empresa con puros hombres”, comenta.
Al ser invitada a la red, mujeres con más experiencia le dieron coaching, la animaron y recibió el aprendizaje de otras emprendedoras.
La empresaria cementera recomienda a las mujeres mexicanas emprendedoras que no tengan miedo de aprender de la experiencia valiosa que deja la prueba y error.
“No existen límites, mientras tú tengas las ganas y determinación, nada te va a detener. Aunque te digan que no sabes, te puedes capacitar, te puedes superar ¡No hay imposibles!”
Coral Luna es abogada de profesión, acompaña diferentes emprendimientos y fundaciones.
Ahora, participa como asociada comercial del Centro de Atención de Prevención y Seguridad Social (CAPSS), que se dedica a dar asistencia y capacitación policial, en municipios de alta incidencia delictiva como lo son Ecatepec, Neza, Tecámac y Chicoloapan en el Estado de México.
En el tema de seguridad pública se pensaría que solo se trata de armas y policías, pero hay una parte de reconstrucción del tejido social que se está olvidando y que es necesaria para hacer de la seguridad algo integral. Esto es parte del trabajo que se hace en CAPSS.
“Emprender es todo un proceso, son etapas. Idear el proyecto, planear, ejecutar el proyecto y darle continuidad”, dice Coral Luna.
En su experiencia, la desesperación es el peor enemigo del emprendedor, porque siempre quisieras que, de manera inmediata, surgiera todo y que la retribución económica caiga inmediatamente. Pero no funciona así en la realidad.
Coral combina otro emprendimiento llamado Administración Integral de Condominios. Éste da servicios de administración de los recursos económicos a fraccionamientos, recolección de basura, seguridad privada, entre otros.
Coral asegura que desde hace seis años que decidió emprender es consciente de que no se logran resultados palpables en el primer año, o que inmediatamente serás autónomo e independiente.
Lo gratificante que deja el tener tus propias empresas o asociaciones es que te permite generar fuentes de empleo y contribuir al desarrollo social y económico del país.
La emprendedora y abogada sabe que, cuando inicias un proyecto, no lo conoces todo, por ello, resalta la importancia de aprender a delegar en especialistas, para que se consiga el éxito.
Coral Luna también forma parte de Red Nacional México Emprende, en la que capacitan a mujeres, iniciando desde el sector local, en la que emprendedores reciben profesionalización y asistencia.
En esta red de emprendedores intercambian lo mejor que sabe hacer cada uno, promueven el consumo de productos locales, apoyan a las micro y medianas empresas a través de comprar y posicionar sus servicios. Coral apoya a otras empresas en lo relacionado a seguridad.
Como consejo final a otras emprendedoras, la abogada les dice que perseveren y no desistan de su objetivo.
Que crean en sus ideas, pero sin olvidar tienen que darle estructura al área jurídica y contable para que la empresa camine por sí misma y pueda llegar a ser un proyecto ambicioso.