El Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey alerta que es un medio de transporte que ha traído beneficios, pero el problema es el uso excesivo.
Caminar, andar en bicicleta, son algunas de las opciones para reducir el uso del automovil. (Foto: Revista Tec Review)
Abraham Avellana da clases de regularización de química, física y matemáticas, desde secundaria hasta el nivel universitario. Tiene 38 años y su medio de transporte en la Ciudad de México es la bicicleta.
“Al viajar en bici, uno llega con mucha energía a los sitios a donde se dirija, así sean dos o tres kilómetros de distancia. En el cuerpo se encienden hormonas y químicos, resultado del esfuerzo físico y uno llega con la mejor actitud”, cuenta.
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Pero, ¿por qué es importante incentivar el uso de la bicicleta y del transporte público?, ¿cuánto contaminamos en nuestros trayectos diarios?, ¿cómo afectamos a la calidad del aire? En el Día Mundial del Auto te explicamos los beneficios ambientales de bajarte del coche.
Abraham Avellana en el paseo ciclista de la CDMX. (Foto: Luz Olivia Badillo)
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En México, se estableció el 22 de septiembre como el Día Mundial Sin Auto desde el año 2018, cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación.
Pero en Europa ya se celebraba desde 1998; además, el primer país que lo hizo a nivel nacional fue Gran Bretaña.
Con esta fecha se busca crear conciencia respecto a los daños medioambientales y a la salud que ocasiona el uso −a gran escala− del automóvil.
A su vez, se busca que las ciudades sean planificadas desde una perspectiva de movilidad integral que dignifique a peatones, ciclistas y usuarios de transporte público con servicios eficientes y sustentables.
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“Esa sensación de libertad cuando vas pedaleando por las calles es muy satisfactoria”, dice Sandy Padilla.
Dice que lo disfruta mucho porque hace ejercicio, pero también porque es un medio de transporte muy práctico para ella, desde su domicilio ubicado en la colonia Roma se mueve a distintos puntos de la Ciudad de México.
A ella, de pequeña, le gustaba andar en bicicleta, pero desde hace varios años, es una herramienta que le permite moverse por la ciudad.
“Esa sensación de adrenalina es lo que me gusta mucho de la bici; también me gusta que contribuyo a que haya menos contaminación, pues soy una persona menos en coche”, dice Mariana Mercado, gerente de la tienda People for Bikes Santa Fe, de 40 años de edad.
Para ella, la bicicleta es su principal medio de transporte, “encuentro menos tráfico y es muy agradable”.
Mariana se dio cuenta que con la pandemia se incrementaron los espacios para ciclovías en la Ciudad de México, aunque advierte que podrían estar en mejores condiciones.
“El mayor problema es que hay muchos conductores que no respetan a los ciclistas y algunos son muy agresivos”, opina.
Para Abraham Avellana una de las satisfacciones que le ha dado el pedalear es que ha conocido la ciudad de otra forma y le ha permitido despojarse de estigmas en torno a ciertos sitios considerados peligrosos como Iztapalapa o Nezahualcóyotl.
“He podido conocer sus cerros y me he encontrado hasta con zonas arqueológicas a la mitad del camino con temazcales. Son descubrimientos gratos que me llenan mucho”, dice.
Sandy dice que en su bicleta se siente más libre. (Foto: Luz Olivia Badillo)
Omar Hernández, gerente de investigación y análisis en el Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey, aclara que no es una guerra contra el automóvil, pues ha sido un medio de transporte que ha traído beneficios a la humanidad, el problema es que su uso ha sido excesivo.
“¿Por qué darles tanta prioridad a los autos?, si nos falta espacio para escuelas, hospitales, obras públicas que beneficien a amplios sectores de la sociedad”, dice en entrevista para Tec Review.
El especialista proporciona algunos datos que invitan a la reflexión en el Día Mundial sin Auto.
“Es un gran medio de transporte, pero haber usado el automóvil en exceso ha generado costos para peatones, ciclistas y transporte público porque les deja menos espacio, contamina demasiado, y al mismo usuario le genera costos por el tiempo que se pierde en el tráfico”, añade Omar Hernández.
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En años recientes se han integrado diversas visiones al concepto de movilidad, desde la ingeniería, biología, ecología y la sociedad. Ahora, se ha considerado la dimensión de la movilidad como un derecho humano.
Miguel Rivas, integrante del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), formó parte del equipo que definió este concepto en el Informe Especial de Movilidad de la Comisión de Derechos Humanos del entonces Distrito Federal, en 2012.
“El derecho a la movilidad es aquel de toda persona y de la colectividad a disponer de un sistema integral de movilidad de calidad y aceptable, suficiente y accesible, que en condiciones de igualdad y sostenibilidad permita el efectivo desplazamiento de todas las personas en un territorio para la satisfacción de sus necesidades y su pleno desarrollo”.
Con esta definición −dice− se pone en el centro de la movilidad a las personas y no a los coches.
“Cambia la forma como se han construido históricamente las ciudades, los planificadores urbanos solían pensar en el cómo y no en los quiénes. En un principio se pensó en que en las calles pudieran pasar las carretas y después los coches”.
El uso de la bicicleta reduce las pérdidas asociadas al tráfico. (Foto: Luz Olivia Badillo)
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Desde París, Francia, comenzó el diseño de las ciudades amplias para los coches y este modelo se propagó por el mundo, explica Rivas. Desde esta ciudad, ahora se busca expandir la idea de ciudades de 15 minutos.
“Esto quiere decir que tengamos ciudades policéntricas, es decir, espacios al interior donde podamos movernos a pie, o en bicicleta, o en transporte público a 15 minutos de nuestro sitio de vivienda hacia nuestro lugar de trabajo, hospitales, puntos de recreación, unidades administrativas, unidades escolares y de comercio”.
El gobierno parisino impuso medidas para desincentivar el uso del automóvil, como que los conductores en la ciudad circulen a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. De esta forma se busca que las personas elijan caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público.
Miguel Rivas apunta a que las ciudades de México, en un futuro cercano, tengan acceso a servicios, trabajo, escuela y trámites más cerca para no tener que recorrer grandes distancias.
También considera que debe haber una intermodalidad en donde se puedan usar múltiples opciones de movilidad.
Por ejemplo, caminar por una banqueta amplia y bien diseñada, luego tomar una bicicleta y trasladarse por una ciclovía asignada o tomar el Metrobús y después volver a usar la bicicleta hasta llegar al lugar de destino.
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