El gobierno de Estados Unidos anunció que todas las personas vacunadas con dosis de Pfizer y Moderna podrán recibir una tercera dosis.
Joe Biden, se quita la mascarilla cuando llega para pronunciar comentarios sobre el programa de vacunación y respuesta a la enfermedad del coronavirus en el East Room de la Casa Blanca en Washington. (Foto: REUTERS / Elizabeth Frantz)
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que él y su esposa Jill recibirán una vacuna refuerzo contra el coronavirus, cuando estén disponibles para todos los adultos estadounidenses en septiembre.
“Vamos a recibir las dosis de refuerzo”, dijo Biden a ABC News en una entrevista difundida el jueves.
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“Ya es hora”, añadió el mandatario, recalcando que él y la primera dama habían recibido la primera dosis a inicios de año.
Señalando que la eficacia de la inmunización disminuye “con el tiempo” y ante la amenaza de la variante Delta, el gobierno de Biden anunció que todas las personas vacunadas contra el coronavirus con dosis de Pfizer y Moderna en Estados Unidos podrán recibir una tercera dosis ocho meses después.
Los refuerzos estarán disponibles a partir de la semana del 20 de septiembre.
“Me parece terrible que se quiera impulsar una tercera vacuna cuando aún no hay datos suficientes que corroboren cuánto dura la eficacia de un esquema completo de vacunación”, dijo la viróloga Susana López Charretón.
La científica adscrita al Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala en entrevista para Tec Review, que “poner una tercera vacuna nada más ‘por si las moscas’ es terrible si se considera el contexto general del país y del mundo”.
Agregó que “si pensamos a nivel país, aún no llegamos ni al 25% de la población vacunada con esquema completo” y a nivel mundial el porcentaje es menor.
“No hay suficiente producción de vacunas para todo el mundo y poner una tercera vacuna o una vacuna de refuerzo a personas que ya tienen un esquema de vacunación completo no me parece justo”.
Según López Charretón, no se pueden dar terceras vacunas cuando hay personas que no tienen ninguna.
“Hay países que aún no alcanzan vacunas, no las pueden pagar. La demanda ha sido tan grande que las productoras de vacunas no se dan abasto. Por eso, promover terceras vacunas es muy egoísta”, explicó.
También, un artículo publicado en Nature indica que los científicos dicen que la necesidad de los reforzadores de la vacuna aún no está clara.
“Malgastar recursos en refuerzos para aquellos que ya están protegidos contra enfermedades graves no tiene mucho sentido”, dice Laith Jamal Abu-Raddad, epidemiólogo de enfermedades infecciosas en Weill Cornell Medicine, Qatar en Doha, citado en Nature.