Cambiar de trabajo, salir de casa de tus padres, buscar que tu sueldo te alcance para ahorrar y para el futuro, no son imposibles.
Sin deudas, tomando tus propias decisiones. ¿Suena imposible? No, solo necesitas disciplina. (Foto: iStock)
¿Cómo se visualiza la libertad financiera? Una casa en la playa, emprender un negocio, no responder a un jefe o vivir de tus inversiones. Eso puede ser posible, pero se necesita de constancia y (mucha) disciplina.
¿Cómo dar esos primeros pasos? Puede ser salir de casa de tus padres, aunque tengas que vivir con roomies o empezar un nuevo trabajo.
En Tec Review exploramos estos temas y buscamos a los expertos que te dan los mejores consejos para lograr tus sueños. Para que la libertad financiera no parezca un sueño elusivo.
¿Economía YOLO? Aquí te explicamos
Para muchos, el primer paso de la libertad financiera comienza por responder a la pregunta: ¿cómo independizarme y salir de la casa de mis padres?
La decisión de vivir solo o sola, tomar tus propias decisiones sin tener que pedir permiso o rendir cuentas de tus acciones son de los sueños más comunes entre los jóvenes.
Pero, dar este paso no es sencillo, sobre todo en el ámbito financiero, que es una pieza fundamental para decidir si ya es el momento o no de volar fuera del nido.
Te damos algunas recomendaciones de los pasos a seguir:
Antes de tomar cualquier, lo primero que tienes que hacer es ser honesto contigo mismo y determinar cómo están tus gastos.
Sí, antes de asumir una responsabilidad, debes conocer primero cómo gastas, cómo están tus hábitos de ahorro y, en general, si has desarrollado la habilidad del manejo responsable del dinero, con el fin de que tu independencia no se convierta en un problema o te genere deudas innecesarias.
Tener claro un presupuesto es clave y hay algo fundamental: independizarse implica pagar servicios que, tal vez, no tenías contemplados. Como una renta, pagar servicios públicos como la luz, agua, gas, teléfono, internet, etcétera.
Pero, aquí debes hacer un alto, dar un paso atrás y preguntarte: ¿cómo estoy en el ahorro?
Sí, este punto es tan importante como el de la necesidad de planear tus gastos fijos en renta y servicios.
Porque un asunto a considerar de irte a vivir solo implica que dependerás únicamente de ti mismo, para muchas de las cosas que te sucedan.
Es por ello que el ahorro es otra pieza fundamental en tu presupuesto.
Ahora, aterrizamos en la variable fundamental, desde el punto de vista financiero, para decidir si ya estás listo o lista.
Sí, es nada más y nada menos que tu ingreso mensual.
Muchos creen que con solo tener un buen ingreso que permita pagar renta, servicios básicos y tener para algunos gastos es suficiente evidencia para decidir salir de casa, pero ya te comentamos que primero debes evaluar si tienes buenos hábitos en finanzas personales, en particular tener interiorizado el hábito de ahorrar.
Y recuerda que el ahorro no debe ser marginal, así que piensa en un mínimo de 10 % de tu ingreso para diferentes propósitos, en particular para emergencias y para tu retiro.
De tu salario debes analizar, además del monto, si este es fijo o variable, porque si es variable tendrás que ser todavía más ordenado para afrontar tus gastos fijos, ya que debes aprender a ahorrar más en los meses en que te vaya mejor y con ello poder hacer frente a los meses llamados “de vacas flacas”.
Esto no se trata solo de buscar precio y lugar, también debe haber respeto con la persona con la que vas a convivir.
Ser roomie de una persona, compartir casa o departamento no es tan sencillo como parece. También lleva una carga de responsabilidad, reglas que cumplir y tolerancia en cuanto a la convivencia.
Después de pasar por distintas experiencias con roomies mujeres y hombres y compartir departamento en la colonia Narvarte –que es una de las zonas más demandadas para vivir en la Ciudad de México junto a zonas como la Condesa, Roma, Del Valle y Polanco– Dalia Bautista creó el sitio Depa de Soltera y comparte con Tec Review consejos para no morir en el intento.
Ella te recomienda hacer una lista de reglas desde un inicio y que queden por escrito en un papel firmado.
En ese listado debe quedar plasmado si se van a permitir visitas, los horarios para el uso del baño, el uso de la cocina, si se va a pagar por limpieza, etcétera.
Aunque suene exagerado, Dalia recomienda que se dejen todos esos y otros detalles importantes bien aclarados, con el fin de evitar confrontaciones y que la convivencia sea más llevadera.
“Es complicado porque no conoces los hábitos de otras personas. Temas como compartir regadera o algunos espacios de la vivienda son importantes que los veas antes de firmar el contrato con la persona que vas a rentar, y que quede bien claro”, detalla.
Es tu primer día, es normal sentir nervios por quedar bien con tu jefe o con tu jefa, con tus compañeros. Sin embargo, hay pequeñas acciones que puedes hacer que mejoren las cosas. ¿Cómo empezar un nuevo trabajo?
Tendrás nuevos procesos que aprender, capacitaciones, formularios que llenar, nuevas personas para conocer, adaptarse a los horarios y cultura de dicha empresa.
Recopilamos estos consejos para ti:
Se dice fácil, pero para llegar a la libertad financiera se requiere todo un proceso y disciplina que no siempre todas las personas están dispuestas a seguir.
Incluso, si aprendes a tener libertad financiera ahora con el trabajo asalariado o independiente que tienes, con disciplina podrás aspirar a llegar a la fase superior de la libertad financiera, que es vivir de ingresos pasivos.
Te resumimos los pasos a seguir:
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Sí, hay un estado o fase superior que trasciende esta libertad financiera general: es cuando generas suficientes ingresos destinando muy pocas horas de tu día o semana para ganarlos.
Esto significa que tienes más tiempo libre para hacer las actividades que tanto te gustan.
Paulo Cantillo dice que ese objetivo se logra cuando has generado suficientes ahorros que puedes adquirir activos que generen ingresos pasivos, aquellos que llegan a ti sin necesidad de trabajar muchas horas.
Los ejemplos clásicos de ingresos pasivos son cuando tienes un inmueble y lo rentas, lo cual te da recursos sin necesidad de trabajar o cuando pones un monto importante de dinero en un fondo de inversión, que genera intereses y estos se convierten en tus ingresos mensuales.
Otro caso clásico de ingreso pasivo que cita el economista es cuando creas una obra que te da ingresos, no solo en el momento en que la realizas, sino que lo sigue haciendo a lo largo del tiempo.
Ejemplo de esto son los libros, que los escribes una vez, pero que te dan ingresos por mucho tiempo mientras se sigan vendiendo.
Por ejemplo, las canciones, obras de artes u otras creaciones, por las que cobrarías regalías.
También está el caso de sitios como Youtube o distintas redes sociales que por las reproducciones van generando ingresos a las personas a lo largo del tiempo.