Cuando se trata de mujeres, muchas veces el esfuerzo es doble, porque aún se sigue luchando contra las violencias machistas.
¿Qué se requiere para abrirse paso? Ellas nos cuentan sus historias. (Foto: iStock)
Se tiene la percepción de que las mujeres en puestos de liderazgo lo lograron por sus posiciones sociales o sus logros académicos. Pero, su grandeza está en el proceso que viven para llegar a donde están, ya que tienen que lidiar con el machismo, con las violencias y con los techos de cristal que les ha impuesto la sociedad.
Algo en lo que coinciden aquellas mujeres líderes desde cualquier trinchera en la que se encuentren es que para lograr alcanzar una meta es necesario quitarse los miedos, empoderarse y desarrollarse en lo que decidan ser o hacer.
En Tec Review platicamos con mujeres que forman parte de la conversación pública.
Líderes que sobresalen y que con su ejemplo y trabajo inspiran a que otras también puedan alcanzar sus metas, pese al machismo que persiste en México.
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La senadora Kenia López Rabadán, quien estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, desde sus días de estudiante cuando uno de sus profesores la invitó al partido Acción Nacional donde actualmente milita, asegura que su trayectoria de 20 años en la política se hizo de constantes intentos.
Fue capacitadora, asesora legislativa, secretaria particular, secretaria técnica y cuatro veces legisladora.
Dice que en su primera campaña para diputada local, perdió. Pero, tenía dos opciones, sentirse derrotada y renunciar a esto que le apasionaba, o fortalecerse.
“No hay una fórmula secreta para ser una mujer empoderada y líder. Creo que se trata de cumplir tus sueños, alcanzar tus metas, ser tú sin restricciones. Trata de prepararte en lo personal y profesional. Ser una buena servidora pública, con integridad, con visión, con sororidad”, cuenta.
Ser senadora significa trabajar incansablemente para hacer de México un mejor país.
Ser senadora de oposición significa defender a millones de mexicanos de las iniciativas absurdas y peligrosas de la 4T.
Estos son 2 minutos que resumen 1 año de esfuerzo para ti y tu familia. pic.twitter.com/ZiAkRkJwtE
— Kenia López Rabadán (@kenialopezr) September 21, 2020
Por otro lado están aquellas mujeres líderes que van empezando ese camino.
Tal es el caso de Ana Villagrán, quien estudió en la UNAM, es maestra en Comunicación Institucional y ahora candidata a diputada local por el PAN en la Ciudad de México.
Comenta que, gane o pierda, su mayor sueño es aspirar al máximo cargo político al que puede aspirar un mexicano en política, ser Presidenta de la República.
De lo contrario, buscará desde otros cargos públicos para ejercer ese liderazgo nato que trae.
En entrevista, asegura que le encanta la política, la comunicación y descubrió en el camino que era buena hablando.
Se vio formando parte del área de comunicación de alguna fracción, pero no pensó que terminaría siendo la que encabezara una causa como líder juvenil, no solo en su partido, sino también para aquellas mujeres que la ven en sus participaciones en programas de opinión en televisión nacional.
Sobre qué convierte a una mujer en líder, considera que es más un acto de convicción independientemente a lo que te decidas dedicar, sea en una empresa, en la política, como deportista o empresaria.
“Creo que, cuando eres un líder, es porque la gente ve en ti algo que otro no tiene. La gente encuentra en ti un liderazgo, es porque ve que estás convencida de lo que estás haciendo. Entonces, el liderazgo tiene que ver con esa plena convicción de que tienes las ideas correctas, los planes correctos, más allá de los estudios y los rangos, tiene que ver más con el individuo”, comentó.
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En esto coincide Carla Erika Ureña, abogada fiscal de profesión, quien de manera pro bono se ha dedicado a ayudar a mujeres víctimas de violencia con asesoría legal.
Por azares de la vida, coincidió con la Red de Abogadas Violeta para continuar el trabajo que ya venía haciendo por su cuenta.
Además, los usuarios de las redes sociales consideran a Carla una mujer líder por explicar con hilos de Twitter y TikTok temas jurídicos que son complejos para las personas de a pie.
Hay tanto que se está transformando…
Las grandes batallas de otros siglos se peleaban con fuego; era valiente quien mermaba a otro hombre, considerado enemigo.
Los grandes valientes de este siglo pelean por salvar vidas; sus armas son el amor y el conocimiento. #NuestrosHéroes pic.twitter.com/07mNp2VgMk— Carla Erika Ureña A ? (@CarlaEUrenaA) April 18, 2020
Su propósito también es ayudar a comprender a jóvenes y adultos los derechos que tienen como ciudadanos.
Tal ha sido el impacto que ha generado, que en una ocasión tumbaron sus cuentas de redes sociales y recibió amenazas directas desde su celular.
En plática con Tec Review, Carla considera que los liderazgos deben empezar con uno mismo y despojándose de todos los miedos.
“Generalmente, nadie defiende lo que no es suyo o aquello que sabe que le pertenece. El liderazgo es una percepción que viene de afuera, yo me considero una mujer que tiene su propia historia de vida contra muchos muros tanto de género como situaciones personales que he superado, pero con un profundo amor a México, con un profundo amor a lo que podemos ser como país”, dice.
En un primer acercamiento con jóvenes, comenzó con una serie de proyectos encaminados al ciudadano y la pedagogía legal.
Ahora, prepara con grupo de abogados una serie de cuentos infantiles sobre derechos humanos.
La senadora Kenia se describe como una mujer que ha encontrado su fortaleza, que se desenvuelve con pasión en lo que hace, que se prepara para ello.
Es decir, es una mujer empoderada y que potencia su liderazgo.
Ana Villagrán le recomienda a las mujeres jóvenes que quieran alcanzar un puesto de liderazgo que trabajen muchísimo en sí mismas, ya al aspirar a un cargo en cualquier ámbito político o empresarial, la salud mental juega un papel importante, además de la preparación en sus estudios.
Dice que se llega luchando, debido a que el ambiente para una mujer empoderada es complejo y competitivo.
“Habrá gente que te quiere destruir todos los días y si tu mente no está bien, arriba, motivada, ni el cuerpo, ni el corazón, difícilmente lo vas a conseguir”, señala.
La abogada Carla Ureña, que se dedica a asistir a mujeres vulnerables, dice que la clave es que ellas se empoderen a sí mismas.
Una vez que se quitan el miedo de alzar la voz, de reconocer los derechos que tienen como mujeres en la sociedad, es ahí cuando empieza el liderazgo de una mujer.
“Siempre es la mujer la única que no podía tener tiempo para ella, las mujeres antes guardaban y aguantan, entre el miedo, la soledad y el desamparo. Soy una mujer divorciada con tres hijos adolescentes, yo no siento culpa si tengo que trabajar. Cuando la generación de mi madre estuvo fustigada por no llegar a tiempo a casa”, confiesa.
En su experiencia como abogada, Carla Ureña dice que las violencias de género son el mayor obstáculo para que una mujer alcance su mayor potencial, ya que sin importar cuántos títulos tiene una mujer, o cargos, si es oprimida o sometida con mentiras, chantajes y amenazas sin fundamento, se dificulta su desarrollo.
“Tenemos que hacer redes de mujeres para protegernos, eso es una fortaleza más, que nos estemos uniendo como asistentes a las víctimas para ir rompiendo estas estructuras sociales que nos someten, que nos tocan y nos limitan”, señala.
La abogada recuerda que una experiencia que marcó su vida y su ejercicio en el derecho fue cuando llegó a su despacho una mujer que apenas podía hablar tras ser golpeada por su esposo.
Incluso contó que este hombre llegó a ese lugar y Carla tuvo que cerrar, porque él golpeaba la puerta para seguir maltratando a su víctima.
“No me puedo quitar la imagen de la cabeza, la mujer venía huyendo de su esposo, junto a sus dos hijos pequeños”, recuerda.
La víctima, según comenta Carla, era doctora, con una carrera. Éste es un ejemplo de muchos en los que se corrobora que la violencia hacia la mujer no respeta posición social o profesional.
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Ana Villagrán destaca que para llegar a un puesto de liderazgo una vez que te propones una meta, tienes que estar consciente de que siempre habrá un enemigo a fuerza, y que vas a tener miles de trabas.
“Una vez que sabes que lo negativo va a estar ahí, enfócate en trabajar en lo positivo. Suena fácil, pero es bien complicado, porque cuando se te cierra una puerta y te dicen que no, porque porque la regla dice que eso es para hombres, duele mucho. Pero, al final, no te puedes quedar sentada llorando, tienes que encontrar otra manera de hacer las cosas”, cuenta.
Reconoce lo injusto que es para cualquier mujer –sobre todo en política– que las hacen trabajar el doble y, en cambio, a un hombre solo le preguntan: ‘¿quién te recomendó?’.
Villagrán, joven política, te recomienda que si te faltan tres kilos para lograr algo, proponte echarle 15.
Por eso, dice que hay que seguir trabajando mucho para igualar el piso.
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Kenia López considera que las violencias en contra de la mujer, sin duda, constituyen un obstáculo.
Desde el Senado, junto con varias compañeras, han impulsado la agenda de género por el pleno reconocimiento de sus derechos y manifestarse en contra de aquellas propuestas que se interponen para lograr que estos sean plenos.
Un ejemplo fue el caso de las estancias infantiles, que ayudaban a madres trabajadoras con la tarea de los cuidados para que pudiesen trabajar.
Y otras iniciativas que no son propiamente de ella, sino de miles de mujeres que a través de los años han luchado para que haya paridad en todo y les puedan garantizar ambientes libres de violencia.
“Me he manifestado en ONU Mujeres para visibilizar que este gobierno destruyó las estancias infantiles. No me tiembla la mano ni la voz cuando se trata de defender las causas sociales. Soy una aliada de la causa feminista y desde el espacio que ocupe, siempre estaré en favor de alcanzar la igualdad sustantiva”, responde.
“Cerebralmente hablando, cuando escuchamos el mensaje en español tenemos que decodificarlo, cambiar la estructura gramatical y adaptarlo a la cultura de sordos. Todo esto en tiempo real”, describe Liliana Ruiz, perito traductor de la Lengua de Señas Mexicana en el Tribunal Superior de Justicia de Querétaro. (Foto: Cortesía)