Un estudio de programadores en Chihuahua mostró un juego que retrata a los mexicas como una civilización que lucha contra sus dioses a quienes olvidó.
Imagina un mundo donde los aztecas no fueron conquistados y olvidaron a sus dioses, quienes quieren venganza. (Foto: Cortesía Lienzo)
¿Has imaginado cómo sería el imperio azteca si no hubiera sido conquistado por los españoles? ¿Cómo sería su tecnología? ¿Su expansión territorial?
Ahora lo puedes experimentar a través de un videojuego.
El estudio Lienzo lo hace realidad. Estos programadores mexicanos en Chihuahua desarrollan este juego basado en una versión alternativa del pasado mexica: Aztech Forgotten Gods.
Un juego para consolas de última generación, donde mostrarán una mezcla del pasado y de la tecnología futurista de los mexicas.
La historia se desenvuelve en un mundo alterno en donde el poderío Azteca nunca fue conquistado.
El tiempo ha pasado y los mexicas se han convertido en un imperio donde desarrollaron la piedra a un grado impresionante.
Los aztecas olvidaron a sus dioses, aquellos ídolos que predominaban en el pensamiento mesoamericano. En esta versión podemos observar dioses como Quetzalcóatl (serpiente emplumada), Huitzilopochtli (el dios de la guerra), Tláloc (dios de la lluvia), Mictlantecuhtli (dios del inframundo) y Tonatiuh (dios del sol).
Todo inicia con Achtli, la protagonista de este videojuego, quien acompaña a su madre arqueóloga, a una excavación secreta.
Su nombre significa semilla y en la historia hace referencia a la madre tierra. Por un descuido, descargan una fuente de poder antigua que despierta al panteón de dioses aztecas, todos dispuestos a destruir la ciudad.
Con un artefacto misterioso de piedra, similar a un guante, Achtli deberá enfrentarse a los dioses olvidados para evitar que destruyan su ciudad y la vida como la conoce.
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El lugar es una versión de la ciudad de Tenochtitlán, considerada la joya del hemisferio norte.
Erigida con rascacielos, maravillas arquitectónicas, las mejores artes y las instituciones más avanzadas. Todo ello a base de desarrollar la piedra como el elemento que propició su avance tecnológico y de expansión.
Recordemos que la piedra era un elemento fundamental en la arquitectura mexica. Usaban ampliamente el tezontle, una piedra volcánica fuerte y liviana; además de piedras como el basalto, las andesitas y la caliza.
Una mezcla con colores neón, artefactos suspendidos en el aire, los movimientos rápidos, o incluso los sonidos hacen referencia a un mundo futurista.
Todos estos elementos se describen en el género cyber-piedra, un término acuñado por la empresa Lienzo, para identificar esta combinación de la piedra con la tecnología futurista en Aztech Forgotten Gods.
“El giro interesante que le ponemos nosotros es mostrar cómo este pueblo refinó la piedra un nivel en el que ni siquiera nos pudimos haber imaginado, un universo combinado del pasado con el futurismo mostrados en la arquitectura”, indica Guillermo Vizcaíno, encargado de relaciones públicas y marketing, escritor y diseñador narrativo en Lienzo.
(Foto: Cortesía Lienzo)
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Los primeros esfuerzos de las empresas mexicanas en la industria de los videojuegos se dieron en la Ciudad de México en la década de los 90.
Con el tiempo, este sector ha ido creciendo como un motor en la generación de empleos y fortalecimiento económico a nivel nacional.
Sin embargo, México aún no figura como un importante desarrollador de videojuegos triple AAA (juegos con grandes presupuestos para su desarrollo y mercadotecnia).
Por el contrario, es un importante consumidor donde lidera el mercado en América Latina con aproximadamente 70 millones de jugadores en 2018 (85 % de la población local), de acuerdo con datos del informe de datos de Euromonitor internacional en 2020.
Lienzo es un caso de éxito en el norte del país, que se dedica a desarrollar esta industria.
Se fundó en 2012 y su primer videojuego fue Hunter’s Legacy, disponible para el público en PC, Mac, Xbox One y PlayStation 4. Al mismo tiempo, con esfuerzos y planeación estratégica iniciaron un proyecto ambicioso, Mulaka.
Un videojuego que se estrenó en 2018, basado en el pueblo rarámuri, “fue realmente el primer juego que trabajamos con un equipo altamente grande, toca una cultura muy cercana para nosotros, la Tarahumara. Una civilización que nosotros todavía vivimos día a día porque es una cultura muy viva y muy activa”, describe Guillermo Vizcaíno.
(Foto: Cortesía Lienzo)
Para Lienzo el paso más lógico era abordar una mitología que tuviera un poco más de conocimiento general y que realmente tocará a una población mexicana más amplia.
Los aspectos únicos del pueblo mesoamericano les daban particularidades de lo bélico, indica el escritor principal de Lienzo.
“Azteca es un pueblo guerrero, de conquista, y aprovechamos esta versión bélica o de guerra para hacer que tuviera sentido”, dice Vizcaíno.
La apuesta es una serie de elementos simbólicos basados en la mitología mexica que dieran paso a videojuego de acción-aventura, basados en la propia historia de la protagonista que puede mostrar los diversos sentidos de la mitología y de los intercambios que realizaron los mexicas.
Aztech Forgotten Gods estará disponible en otoño de 2021 en Nintendo Switch, Xbox One + Xbox Series X | S, PlayStation 4 + 5 y PC.
Sin embargo, a pesar de no haber salido al mercado tiene una amplia aceptabilidad, debido al éxito de su predecesor Mulaka.
Pero. no solo se queda ahí, esta propuesta se va al cine. Desde 2019 Lienzo entabló una asociación con Impossible Dream Entertainment, una casa productora con sede en California, para producir un largometraje del videojuego.
Los futuros proyectos de Lienzo, como desarrolladores, están encaminados a considerar una línea de “inspiraciones culturales”.
Donde Latinoamérica y, específicamente, México sean los protagonistas en la industria, escudriñar en aquellas particularidades enfocados en el país y contribuir a fortalecer la industria de videojuegos en México, señala Vizcaíno.