Aún no se ha determinado con exactitud el grado de estabilidad o inestabilidad de la capa de hielo, pero los resultados no son alentadores.
Esto podría significar que nuestra reserva de agua dulce se está yendo al mar. (Foto: iStock)
El clima en el planeta se hace cada vez más cálido, lo que podría favorecer el deshielo de la Antártida y que la tierra debajo quede expuesta.
Como resultado, los patrones de viento cambiarían, se generaría un aumento en las precipitaciones, según un estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
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Los efectos dominó que se prevén en el estudio se basan en la modelación del clima y en la comparación de datos correspondientes al Mioceno Medio (hace 13 o 17 millones de años), cuando el dióxido de carbono atmosférico y las temperaturas globales alcanzaron niveles similares a los previstos para finales de este siglo.
Y es por eso que los datos registrados en el estudio realizado por la Met Office adquieren relevancia, porque “cuando una capa de hielo se derrite, el nuevo suelo expuesto es menos reflectante y las temperaturas locales se vuelven más cálidas“, dijo la autora principal, la investigadora Catherine Bradshaw.
La científica explicó que esto puede cambiar drásticamente los patrones meteorológicos.
Con una gran capa de hielo en el continente como la actual, los vientos antárticos suelen soplar desde el continente hacia el mar.
Sin embargo, si el continente se calienta, esto podría invertirse y los vientos soplarían desde el mar, como ocurre con los monzones en todo el mundo.
Ello provocaría un aumento de las precipitaciones en el continente antártico, con lo que el agua dulce iría a parar al mar.
Los resultados de este nuevo estudio sugieren que la capa de hielo de la Antártida retrocedió significativamente durante el Mioceno Medio, y luego se estabilizó cuando terminó el periodo cálido.
En este sentido, la profesora Carrie Lear, de la Universidad de Cardiff, señaló que este estudio sugiere que durante un periodo cálido de hace unos 15 millones de años, cuando la capa de hielo antártica del Mioceno fue capaz de avanzar y retroceder de forma importante por el continente.
“Lo cual es preocupante, pero se necesitan más investigaciones para determinar exactamente lo que esto significa para el futuro a largo plazo de la capa de hielo antártica moderna”, dijo.
En México también se ha registrado deshielo, recientemente se colocó una placa de en el volcán Iztaccíhuatl, luego de la desaparición del glaciar Ayoloco, ubicado en la cumbre, uno de los más emblemáticos de nuestro país, que era visible desde el Valle de México e inspiración de obras artísticas.
Algunos de los efectos en cadena que desata el derretimiento de glaciares por el alza en la temperatura no son ajenos, en 2019 circularon imágenes del avistamiento de osos polares hambrientos al norte de Rusia.
El dramático derretimiento de las capas de hielo en el mundo no sólo se da la Antártida.
Mientras, en 2019 también fuimos testigos del derretimiento de los glaciares de Groenlandia, que ha perdido más de 4 billones de toneladas de hielo desde 2002 a la fecha.
En ese mismo año se dio a conocer que casi la mitad de los glaciares incluidos en la lista de Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) podrían desaparecer si se mantiene el actual nivel de emisiones de gases causantes del calentamiento global.
Un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con sede en Suiza y asesora de Naciones Unidas en temas medioambientales, predice que hasta 21 de los 46 glaciares en la lista de la UNESCO habrán desaparecido en 2100 si se mantiene el elevado nivel de emisiones.
Por lo pronto, el nuevo estudio publicado en Nature Geoscience prende las alarmas, porque aunque aún no se ha determinado con exactitud el grado de estabilidad o inestabilidad de la capa de hielo de la Antártida los resultados indican cambios en los mares.
“Estos hallazgos implican que se produce un cambio en la sensibilidad del océano a los cambios en la capa de hielo cuando el retroceso de la capa de hielo deja al descubierto tierras anteriormente cubiertas de hielo”, dijo una de las coautoras del estudio Petra Langebroek, investigadora principal del NORCE y del Centro Bjerknes de Investigación Climática.