La empresa Blue Origin acusó a la NASA de mover los “postes de la portería” en el último momento, lo cual afectó que pudiera competir contra SpaceX.
¿Qué ganará en esta pelea? (Foto: Reuters)
Una verdadera lucha de titanes. Blue Origin de Jeff Bezos presentó una protesta ante la ante la Oficina de Contabilidad del Gobierno federal (GAO, por sus siglas en inglés), contra la NASA, impugnando un contrato de 2,900 millones de dólares que asignó la NASA a SpaceX, de Elon Musk, para construir un módulo de aterrizaje para que los astronautas estadounidenses vuelvan a la Luna.
Los dos hombres más ricos del mundo se están enfrentando en una reñida carrera espacial mundial, compitiendo por contratos con agencias gubernamentales y empresas.
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La empresa de cohetes de Bezos, que dejará de ser director ejecutivo de Amazon a finales de este año, presentó una protesta de 50 páginas ante la GAO, donde acusa a la NASA de manipular las bases para los licitadores del contrato en el último minuto.
“La NASA ha ejecutado una adquisición defectuosa para el programa Sistema de Aterrizaje Humano y movió los postes del arco en el último minuto. Su decisión elimina las oportunidades de competencia, reduce significativamente la base de suministro y no solo retrasa, sino que también pone en peligro el regreso de Estados Unidos a la Luna. Por eso, hemos presentado una protesta ante la GAO”, dijo Blue Origin en un comunicado enviado por correo electrónico.
Musk respondió con un tuit que decía: “No puedo ponerlo (en órbita) LOL”. No dio más detalles sobre el tuit, pero pegó a continuación una captura de pantalla de un reporte de 2019 sobre Bezos que reveló el módulo de aterrizaje lunar de Blue Origin.
Can’t get it up (to orbit) lol
— Elon Musk (@elonmusk) April 26, 2021
La NASA anunció el concurso del módulo de aterrizaje lunar en 2018 y los funcionarios dijeron, en varias ocasiones, que querían elegir a más de una empresa para garantizar la competencia, esto para estimular la innovación.
En septiembre pasado, Jim Bridenstine, entonces administrador de la NASA, declaró que se preocuparía si la NASA eligiera un solo diseño de módulo de aterrizaje.
Durante los últimos años, la NASA ha recurrido a empresas privadas para que diseñen y operen las naves espaciales como forma de reducir los costes de los viajes espaciales y estimular la actividad comercial fuera de la Tierra.
Esto ha tenido éxito en las misiones de envío de carga y –ahora– de astronautas a la Estación Espacial Internacional.
SpaceX, en particular, ha prosperado en este nuevo enfoque empresarial de los vuelos espaciales.
Su cohete Falcon 9, utilizado para las misiones a la estación espacial, y su cápsula Crew Dragon, que el viernes llevó un tercer cargamento de astronautas para la NASA a la estación espacial, son un ejemplo.
Blue Origin va por detrás de los logros de SpaceX. Su pequeña nave espacial New Shepard, probada con éxito, está pensada solo para viajes cortos y suborbitales.
Un cohete más grande, el New Glenn –actualmente en desarrollo– competirá con SpaceX y otras empresas de cohetes para enviar satélites a la órbita, pero no hará su vuelo inaugural hasta al menos 2022, dos años más tarde de lo anunciado originalmente.
Sin embargo, los socios de Blue Origin tienen décadas de experiencia espacial.
La NASA anunció la adjudicación de contrato a SpaceX el pasado 16 de abril, empresa que propuso para el aterrizaje en la Luna su nave espacial reutilizable Starship, diseñada para transportar grandes tripulaciones y carga para viajes al espacio profundo, y aterrizar en posición vertical tanto en la Tierra como en otros cuerpos celestes.
Los prototipos de la nave se están poniendo a prueba en las instalaciones de la empresa del multimillonario Elon Musk, también presidente de Tesla, aunque las cuatro versiones que hasta ahora han intentado realizar vuelos de prueba han explotado.
Los analistas de la industria dijeron que la decisión subraya que la compañía, fundada por Musk en 2002 con el objetivo de colonizar Marte, es el socio más confiable de la NASA en el sector privado.
Blue Origin se ha quedado muy por detrás de SpaceX y United Launch Alliance (ULA) en el transporte orbital, perdiendo miles de millones de dólares en contratos de lanzamiento de seguridad nacional de Estados Unidos que comenzarán en 2022. ULA es una empresa conjunta de Boeing Co y Lockheed Martin Corp.
Bezos y otros ejecutivos consideraban que el contrato era vital para que Blue Origin se estableciera como un socio de la NASA y también para que la empresa se encaminara a obtener ganancias. (Con información de Reuters y NYT)