El miedo a contagios de Covid-19 ha provocado una crisis mayúscula en la industria cinematográfica nacional.
Los cines en México se encuentran cerrados. (Foto: iStock)
En esta historia la protagonista es la industria cinematográfica nacional y la antagonista, la Covid-19, y aún no se vislumbra un final feliz.
“La asistencia a los cines continúa en mínimos nunca vistos (…) La situación es insostenible y un nuevo cierre de operaciones podría tener consecuencias irremediables”, se lee en un comunicado oficial de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), fechado el 22 de diciembre.
Sin embargo, las autoridades de la Ciudad de México y el Estado de México han decretado semáforo rojo desde el pasado 19 de diciembre hasta el próximo 10 de enero, lo cual implica cierre de cines. Esto como una medida para evitar la transmisión del SARS-CoV-2.
A esto la Canacine responde que “las salas de cine no son espacios de contagio”, además de que la asistencia se realiza con muy poca interacción social y sana distancia entre butacas.
“Según encuestas de salida de este año, el 95 % de los asistentes dice que su experiencia ha sido positiva en la sala de cine. Además, se han establecido protocolos sanitarios y de seguridad para garantizar la salud del público”, comenta en entrevista para Tec Review, Fernando De Fuentes Sainz, presidente de la Canacine.
En México hay 950 cines, de los cuales 111 están en la Ciudad de México y 116, en el Estado de México; en ambas entidades se encuentra casi una cuarta parte del total.
Este año en México se han vendido 62 millones de boletos de cine, y a mediados de diciembre del año pasado ya se habían vendido 335 millones de boletos, lo cual representa una caída de más del 80 %; no obstante, estas pérdidas son del 96 % si son contabilizadas a partir del 25 de marzo (fecha de inicio de la contingencia sanitaria).
“No imaginé en el inicio de la pandemia la caída que tendría la asistencia al cine. Sí es una tragedia económica lo que está pasando en la industria cinematográfica en México desde que se declaró la contingencia”, afirma De Fuentes Sainz.
Para ponerlo en números, sólo de boletos son ya más de 14,000 millones de pesos que se han dejado de vender en este año.
“Ha sido una crisis brutal durante el periodo de la pandemia; está de terror”, según De Fuentes, quien precisa que de esta industria dependen al menos 40,000 empleos directos y 150,000 empleos indirectos.
“Desafortunadamente, unos 12 complejos cinematográficos de las grandes cadenas tuvieron que cerrar; antes de la pandemia no eran de los que mejor se desempeñaban, pero la crisis acabó por mandarlos a cerrar”, explica este experto en cine.
De Fuentes asevera que en el país se estrenó la mitad de películas (223) durante 2020, en comparación con el año pasado. “Esto se sumó también a la historia de terror”.
El presidente de Canacine no divisa la luz al final del túnel en el primer trimestre de 2021, sino un poco después.
“La recuperación será a partir del segundo trimestre y ya, durante el cuarto trimestre, se espera estar más o menos en los niveles de asistencia que tenían las salas en 2019”, concluye.