Se prevé que el Instituto trabaje en la generación, transferencia y ampliación de innovaciones en el mundo.
(Foto: Cortesía CONECTA)
Diseñar un ecosistema que permita dar soluciones a los retos de la educación en el mundo es la razón de ser del nuevo Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey.
Así lo compartió José Escamilla, su director asociado, quien señaló que el instituto trabajará para difundir y transferir las innovaciones educativas que ahí surjan.
“La educación tiene que armar a las personas para que se puedan reinventar cada vez más rápido (…) esto implica dotarlas de habilidades como aprender a aprender, el manejo de la tecnología y el trabajo en equipo”, dijo el director en entrevista para CONECTA.
Durante el 7° Congreso Internacional de Innovación Educativa se realizó el lanzamiento de este instituto, en donde se habló del interés del Tec en promover que la educación sea un vehículo de desarrollo y conexión.
“El Instituto para el Futuro de la Educación será el espacio en el cual todos podremos conectar y crear, ya que la innovación es un proceso que requiere el mejor talento de alrededor del mundo”, señaló José Antonio Fernández, presidente del Consejo del Tec, durante el evento virtual.
Por su parte, David Garza, rector y presidente ejecutivo de Tec, señaló en el evento de lanzamiento que este nuevo instituto ampliará programas y estrategias que ya se realizaban.
“Hemos estado haciendo innovación educativa desde hace mucho tiempo, pero ahora queremos hacerlo con mayor impacto, además de fortalecer la investigación en la educación”, resaltó.
“También queremos innovar y hacer emprendimiento, que del trabajo que hagamos pueda surgir alguna startup o empresa que siga aportando al ecosistema de la educación”, añadió Garza.
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El nuevo instituto se enfocará en las necesidades que hay en la educación superior y el aprendizaje para toda la vida (Life Long Learning).
Escamilla señaló que se crearán formas de vinculación, inspiración y acompañamiento que permiten generarproyectos disruptivos en temas de educación superior.
Acerca del enfoque de aprendizaje para toda la vida, enfatizó que es un tema cada vez más importante.
“Además, nos dimos cuenta que es un área en la que hay muy poca investigación y desarrollo; la educación para adultos es muy relevante para el país y para el mundo”, destacó.
“El sueño del instituto es crear el futuro de la educación para mejorar la vida de millones de personas”, enfatizó Escamilla.
Para lograrlo, señaló que el Instituto para la Educación del Futuro se basa en tres pilares para la generación y transferencia de conocimiento:
Se crearán plataformas abiertas a la investigación que generen innovación en temas educativos.
También, se buscará que esas innovaciones se traduzcan en emprendimiento, licenciamientos, consultorías y programas de educación continua.
El instituto promoverá un trabajo colaborativo entre instituciones educativas, sectores privado y público, así como la sociedad en general.
Para lograr todo un ecosistema que mejore la calidad de la educación se impulsará la generación de conocimiento, la investigación, la innovación y el emprendimiento.
El Instituto para el Futuro de la Educación tomará el liderazgo de iniciativas que ya ha emprendido el Tec de Monterrey, con el fin de impulsar su posicionamiento en el ámbito global.
De igual manera, también hay nuevas acciones que se empezarán a implementar en el corto plazo.
El Tec en 2012 comenzó con los primeros pasos de renovación su modelo educativo, para evolucionar a una formación enfocada en retos reales que permitan el aprendizaje y la adquisición de competencias para la vida.
En 2019 ingresó la primera generación con programas que aplican al 100 % el Modelo Tec21, que entre otras de sus características también cuenta flexibilidad en el cómo, cuándo y dónde se aprende; un entorno de profesores inspiradores; y una vivencia universitaria memorable.
Cada año se invierten más de 1 millón de dólares para fondear 130 proyectos de profesores en temas de innovación educativa.
En los últimos dos años se publicaron más de 300 artículos en revistas, registradas en la base de datos Scopus, y se han presentado en congresos internacionales de educación.
“Esto ha colocando al Tec como la universidad en esta parte del mundo con más publicaciones en el ámbito de la innovación educativa en los últimos cinco años”, destacó Escamilla.
Se ha trabajado en la propiedad intelectual de proyectos de innovación educativa. También se cuenta con una incubadora y una aceleradora que promueve la creación de startups educativas.
A través de una competencia anual, el TPrize, se incentiva a proyectos educativos que ayudan a cerrar las brechas de educación en América Latina. Los ganadores reciben guía y seguimiento por dos años.
El CIIE es un espacio desde hace siete años reúne a expertos, académicos y organizaciones que exponen las innovaciones de educación en el mundo.
“El año pasado tuvimos casi 3,800 participantes de más de 20 países y ya es el congreso más importante de habla hispana”, señaló Escamilla.
Promueve recursos gratis como webinars, entrevistas, noticias y un newsletter semanal, con lo cual dan a conocer las tendencias educativas.
“Tiene una misión de compartir las mejores prácticas sobre este tema a profesores y a directivos a nivel mundial, tiene más de medio millón de seguidores y 200 mil suscriptores al reporte semanal”, compartió el directivo.
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Hay nuevas iniciativas que el Instituto para el Futuro de la Educación pondrá en marcha en el corto y mediano plazo, como son:
(Infografía: Conecta)
Al instituto se incorporarán investigadores de otras regiones del mundo para abordar temas como aplicaciones de inteligencia artificial, ciencias de datos en la educación, aprendizaje para la vida y ciencias cognitivas en la educación.
“Queremos que sea líder en publicaciones, por su relevancia y por su potencial de revolucionar la educación en la manera en cómo aprenden las personas”, dijo Escamilla.
“Pondremos a disposición de investigadores dentro y fuera del Tec, los datos que la institución genera para hacer investigación (…) tenemos esos datos y queremos ponerlos de manera accesible para casi cualquier persona”, explicó el directivo.
Esto también ayudará a que exista una mejor vinculación de profesores del Tec con docentes de otras instituciones.
A través de este laboratorio se podrán hacer pruebas de ideas, tecnologías, metodologías y entender de qué manera funcionan para mejorarlas y eventualmente tener un impacto también en otras universidades del mundo.
“Buscamos que el Tec sea un laboratorio que nos permita hacer pilotos, experimentar, probar nuevas ideas en la educación, le llamamos al laboratorio viviente porque aquí trabajaremos con nuestros profesores y con nuestros estudiantes”, puntualizó Escamilla.
El director asociado del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec concluyó que la labor que se realice dentro del mismo se traducirá en un mayor valor para la sociedad.
“Una educación superior y el aprendizaje para toda la vida puede derivar en un impacto económico, generación de talento internacional y el mejoramiento de la vida de las personas, que al final es lo más importante”, destacó. (Ricardo Treviño / CONECTA)
“Cerebralmente hablando, cuando escuchamos el mensaje en español tenemos que decodificarlo, cambiar la estructura gramatical y adaptarlo a la cultura de sordos. Todo esto en tiempo real”, describe Liliana Ruiz, perito traductor de la Lengua de Señas Mexicana en el Tribunal Superior de Justicia de Querétaro. (Foto: Cortesía)