La teoría de Aristóteles sobre la virtud resurge en el estudio de la psicología organizacional […]
Kim Cameron explica cómo las personas con actitud positiva pueden vivir más años. (Foto: Captura de pantalla Wellbeing 360)
La teoría de Aristóteles sobre la virtud resurge en el estudio de la psicología organizacional y Kim Cameron, fundador del Centro de Estudios para Organizaciones Positivas de la Universidad de Michigan, la enarbola en su lucha contra las emociones negativas.
Aquel filósofo griego estableció que la virtud es el justo medio entre los extremos perniciosos. Por ejemplo, la valentía es una cualidad virtuosa porque está en el centro del continuo cuyos extremos son la cobardía y la temeridad.
Más de dos milenios después, Cameron retoma esta idea en su propuesta psicológica orientada hacia el estudio de lo positivo, en contraste con la corriente psicológica heredada de Sigmund Freud, enfocada en lo negativo.
“Sabemos que el 95 % de la investigación en psicología se basa en la parte negativa, la del trastorno. La depresión, la ansiedad y la esquizofrenia están de ese lado”, dijo Cameron en una de las conferencias virtuales de la cumbre Wellbeing 360.
De acuerdo con este experto, todas las empresas buscan eliminar los extremos perniciosos para alcanzar ese justo medio de máxima eficiencia. Esto a su vez es análogo al efecto heliotrópico entre el reino vegetal y el astro rey.
“El efecto heliotrópico puede ser ilustrado poniendo una planta en una ventana. Con el tiempo esa planta se inclina hacia la luz. La definición de ese efecto es que todo ser vivo tiene la tendencia de dirigirse hacia la luz y alejarse de la oscuridad, o de dirigirse hacia una energía positiva y alejarse de la energía negativa”, aclaró Cameron.
Entonces el efecto heliotrópico dice que los seres humanos pueden florecer a la luz de la energía positiva. Ahí se encuentra la virtud tan necesaria para que cualquier organización humana crezca.
“Así se confirma con las emociones positivas. Las personas que están en una situación positiva, que son compasivas y generosas se enferman con mucha menor frecuencia que las personas que se encuentran en un estado mental de enojo”, afirmó Cameron.
De igual manera, comentó que la psicología ha comprobado que las personas responden con base en las expectativas propias. Cuando son expectativas positivas, las personas tienden a reaccionar de mejor manera.
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Esto, según Cameron, fue demostrado en un estudio clásico realizado en 678 monjas católicas que vivían en un convento.
“Se encontraron los diarios de estas mujeres de cuando entraron al convento 60 años atrás. Ellas habían vivido bajo la misma dieta, el mismo régimen y el mismo ambiente. Algunas de ellas habían escrito frases positivas como ‘ésta es la realización de mi vida’ o ‘estoy muy contenta de estar en esta orden, es una bendición’. Otras, en cambio, escribieron: ‘esto es un sacrificio, va a ser muy difícil, pero estoy comprometida, voy a seguir adelante’”, explicó Cameron.
Finalmente, se revisó el nivel de supervivencia en muestras representativas de ambos grupos. De 90 monjas del primer grupo, 70 estaban vivas, mientras que de 90 monjas del segundo grupo, solamente 30 no habían fallecido.
“Además, las monjas del grupo optimista vivían un promedio de nueve años más”, comentó Cameron.
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“Cerebralmente hablando, cuando escuchamos el mensaje en español tenemos que decodificarlo, cambiar la estructura gramatical y adaptarlo a la cultura de sordos. Todo esto en tiempo real”, describe Liliana Ruiz, perito traductor de la Lengua de Señas Mexicana en el Tribunal Superior de Justicia de Querétaro. (Foto: Cortesía)