El kéfir o la leche kefirada es un probiótico que últimamente ha cobrado gran popularidad en la alimentación, ya que es una alternativa saludable para consumir gracias a sus beneficios.
El producto líquido es un derivado lácteo producido por una simbiosis de levaduras y bacterias, conocidas como ‘hongo del kéfir’, que son pequeños cuerpos de masa con consistencia parecida a la de granos de arroz hervidos.
Para obtener la leche kefirada se deben colocar los hongos en leche fresca hasta por tres días a temperatura ambiente y así obtener el líquido blanco.
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La fusión de bacterias y levaduras del hongo permiten dos tipos de fermentación: alcohólica y láctea en el líquido.
Una vez que se colaron los hongos, los resultados de la apariencia y consistencia de la leche kefirada es muy parecida a la del yogur natural, aunque no lo es. Su sabor es un tanto agrío y ácido.
Los beneficios
Entre los beneficios de este producto lácteo se encuentran el refuerzo de defensas en organismo, ayuda en el equilibrio de flora intestinal y a la digestión.
También contiene contiene vitaminas A, C y del grupo B, hierro, calcio, magnesio y fósforo, entre otros.
Además, no solo se puede consumir en la alimentación, el kéfir también es utilizado en productos de belleza para el cuidado de la piel, cabello y rostro.
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