La Cofepris analizó el agua de mar de 273 playas, de 17 estados costeros, que incluyen los principales destinos turísticos del país.
EFE
Por: Laura Ortiz Zúñiga
Caletilla, Hornos, Suave, Carabalí y Manzanillo, en Acapulco, Guerrero son playas no aptas para uso recreativo, de acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), pues exceden el índice de estreptococos y enterococos fecales por cada 100 mililitros de agua.
La Cofepris analizó el agua de mar de 273 playas, de 17 estados costeros, que incluyen los principales destinos turísticos del país y esto arrojó como resultado que la mayoría, 268 son aptas para uso recreativo.
Para que una playa sea apta para el turismo recreativo no debe tener más de 200 estreptococos y enterococos fecales por cada 100 mililitros de agua (NMP/100 Ml), según los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los contaminantes naturales y humanos del agua pueden afectar la calidad de las playas turísticas o las lagunas costeras y convertirlas en no aptas para nadar, pescar o realizar actividades recreativas y deportivas. El cambio de clima también puede afectar las condiciones de seguridad para nadar en cualquier playa, y puede variar su calidad ambiental a lo largo del día, o entre uno y otro día, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Aunque la contaminación en las playas también se debe a actividades humanas, los fenómenos naturales como mareas rojas, lluvias intensas, huracanes y cambios climáticos inesperados también contribuyen.
El exceso de lluvia durante las tormentas afecta a las playas cuando el agua de zonas interiores busca su salida al mar y esto sucede por su capacidad para acarrear materiales orgánicos naturales, basura doméstica y otros desechos, además de residuos abandonados en las calles pavimentadas, como gasolinas y aceites automotrices, según la Semarnat.
Otros contaminantes llegan a las playas provenientes de diversas actividades desarrolladas cerca de ríos, mares y lagunas, como:
Si ya tienes todo planeado para pasar tus vacaciones de verano en alguna playa mexicana, también es tu responsabilidad como turista mantenerlas limpias.
“No supongas que los del hotel o los del municipio recogerán la basura al terminar el día o a la mañana siguiente; puede ser que el mismo mar, otros turistas, la lluvia o hasta los perros dispersen tu basura en la playa y el mar antes de que los servicios de limpia lleguen a recogerla”, insta la Semarnat.
Si te estás divirtiendo con tu familia y llevas alimentos o bebidas a la playa no dejes los envases y desperdicios tirados o enterrados en la arena ni los avientes al mar.