Con un costo de 1,500 millones de dólares, esta nave intentará atravesar la atmósfera del Sol en un evento sin precedentes.
AFP
(AFP) – La agencia espacial estadounidense, la NASA, lanzó con éxito este domingo 12 de agosto la sonda solar Parker rumbo al Sol.
“Tres, dos, uno y ¡despegue!”, dijo el comentarista de la NASA cuando el cohete Delta IV Heavy comenzó a separarse del suelo con Parker a bordo desde la base de Cabo Cañaveral, Florida, a las 03:31 horas (07:31 GMT).
Menos de sesenta minutos más tarde el operador del lanzamiento dio a conocer que la sonda ya se había separado de la nave y que había emprendido su odisea espacial. “Por el momento Parker va bien”, confirmó.
Del tamaño de un automóvil y con un costo de 1,500 millones de dólares, la sonda solar intentará atravesar la atmósfera de la estrella más cercana a nosotros gracias a un escudo ultrarresistente.
La misión de Parker es clara: convertirse en la primera nave construida por el hombre en enfrentar las ‘infernales’ condiciones de la corona, parte de la atmósfera del Sol que es 300 veces más caliente que la superficie de la estrella.
La sonda Parker deberá pasar así a unos 6.2 millones de kilómetros de la superficie del astro y atravesar 24 veces tal corona durante los siete años previstos para la misión.
Acercándose más al Sol que cualquier otro instrumento espacial en la historia, el objetivo principal de la sonda es desentrañar los misterios de la estrella, en especial, de la inusual atmósfera de su superficie.
La nave está protegida por un escudo compuesto de carbono de una docena de centímetros de espesor que debe proteger las herramientas científicas que transporta de una temperatura de casi 1,400 grados centígrados.
Dentro de la sonda, sin embargo, la temperatura debería ser solo de 29 grados.
Cuando esté cerca del Sol, la sonda Parker recorrerá el equivalente de un trayecto entre Tokio y Nueva York en un minuto, a una velocidad de 700,000 kilómetros por hora, lo que la convierte también en el objeto más rápido construido hasta ahora por el hombre.
La corona del Sol no solo es 300 veces más caliente que su superficie, sino que también emite poderosos plasmas y partículas energéticas que pueden liberar tormentas geomagnéticas espaciales, causando estragos en la Tierra al interrumpir la red eléctrica.
Pero se sabe poco sobre estas explosiones solares.
Pronosticar los vientos solares
“Parker Solar Probe nos ayudará a hacer un trabajo mejor al predecir cuándo ocurrirá una perturbación de los vientos solares que podría afectar la Tierra“, consideró Justin Kasper, uno de los científicos encargados de este proyecto y profesor de la Universidad de Michigan.
“La sonda Parker podría ayudarnos a predecir mejor cuándo podría golpear la Tierra una tormenta solar”, añadió.
“Nos vamos a encontrar en una zona emocionante, donde los vientos solares, creemos, se acelerarán”, comentó Jim Green, director del Departamento de Ciencias Planetarias de la NASA. “Es allí donde vemos gigantescos campos magnéticos que pasarán cerca de nosotros, cuando las eyecciones masivas de la corona se precipitan en el sistema solar”.
Parker es la única nave de la agencia espacial estadounidense que lleva el nombre de un científico aún vivo, el astrofísico Eugene Parker, quien ahora tiene 91 años.
Él fue el primero en desarrollar la teoría de los vientos solares supersónicos en 1958, que estudiará ahora esta sonda que lleva su nombre, ante lo cual se dijo “impresionado”.
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