Este ‘palacio’ es actualmente habitado por cuatro personas que simulan una estancia en el satélite natural.
Kong Xiangming
El 20 de julio de 1969 la nave Apolo XI arribó a la Luna y el primero en bajar de ella fue el comandante de la misión, Neil Armstrong, quien se convirtió así en el primer ser humano en pisar el satélite natural.
Hoy, 48 años después de ese histórico momento y 45 desde la última vez que nuestra especie tocó la superficie lunar, el mundo está retomando su interés en este cuerpo celeste e incluso se está planteando, además de volver a visitarlo, permanecer en él.
Con ese objetivo en mente, países como China trabajan en preparar al hombre para ‘colonizar’ la Luna con programas como el del llamado Palacio Lunar o Yuengong-1, el cual recibió a su segunda tripulación —de las tres contempladas— el 9 de julio.
Kong Xiangming
Se trata de una cabina de 160 metros cuadrados instalada dentro de la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Beijing. Ésta es actualmente habitada por un grupo de cuatro voluntarios, todos estudiantes de la mencionada institución, que permanecerán 200 días en el lugar simulando una estancia en la Luna.
Para ello, el Palacio Lunar chino cuenta con cuatro espacios para dormir, una sala común, un baño, un cuarto para el tratamiento de desechos mediante biofermentación y uno más para llevar a cabo experimentos e investigaciones.
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Con ayuda de las tres estancias que recibirá el Yuengong-1 —una de 60 días, una de 200 y una más de 105 para completar un total de 365 días—, China espera comprender con precisión lo que necesita un equipo humano para permanecer en la superficie lunar tanto durante un corto plazo como uno más largo.
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